Valparaíso de mi amor: ¿Quiénes deciden el futuro de nuestras ciudades?
para PlataformaUrbana por Alberto Texido
Renovadas nuevas desde Valparaíso nos cuentan de la modificada propuesta del consorcio único Mall Plaza, para diseñar el borde costero de “Puerto Barón”, el emblemático y accidentado proyecto que se intenta llevar a cabo en la Ciudad Puerto, que desde el 2003 y variadas explosiones mediante, acredita su casco histórico como Patrimonio Mundial de la Unesco.
Esta vez las alturas de los edificios del mall han disminuido desde los polémicos 21 metros a 17,5 metros, e incluso tenemos un creativo y pacificante cambio de nombre: “Barrio Costero”. Lo asombroso no es sólo esto, sino las cosas que han tenido que pasar para producir los cambios, ¿O es acaso el sistema de participación ciudadana en cualquiera de sus formas una especie de mal necesario desde el punto de vista de la autoridad?
Citando a la fuente directa: en la nueva propuesta, la empresa “deja claro que ya no se trata sólo de un mall sino de todo un complejo ciudadano que permite el desarrollo urbanístico armónico del borde costero con el nuevo centro comercial”. En ella, se detallan unos 100 mil metros cuadrados construidos, 50 mil metros cuadrados de estacionamientos, un centro de convenciones, un centro de salud, un centro educacional y un museo, el cual se está evaluando si estará orientado a los recursos marinos debido al entorno en el que se emplazará.
El secretismo y la intermitencia informativa de los “gestores” público-privados que ha rodeado al proceso de diseño, pone en mayor evidencia el problema de las decisiones y los procedimientos de transformar la ciudad, hasta ahora, en ausencia de un debate expuesto y menos aún de un concurso de ideas, que con reglas claras, hubiera separado de mejor manera los intereses absolutamente privados de la desplazada rentabilidad social; y permitido un dialogo ampliado y sin condiciones, muy diferente a la situación actual.
Si cada vez que un conglomerado empresarial va a estar dispuesto a invertir a cambio de regulaciones mínimas que permitan rentabilidades máximas, la permisividad de la autoridad local, regional o nacional será ,sin duda, lo menos parecido a un ente regulador. Casualmente iniciando el mes de la Patria, en el momento histórico de mayor Producto Interno Bruto de la historia del Chile independiente ¿Quien debe entonces velar por el bien común, la belleza de nuestras ciudades o la calidad de vida urbana?.
A esperar entonces los meses necesarios para ver la primera imagen de “Barrio Costero”, de la ansiada apertura del bordefrente marítimo de Valparaíso, para ser privilegiados espectadores de su diseño, construcción y una renovada vida de barrio al lado del mar.
Link: via seconstruye.com