“A los santiaguinos les duele su ciudad”
Tratar de construir el imaginario compartido sobre una ciudad como Santiago puede ser una tarea difícil. Con el desafío de encontrar herramientas que den cuenta de la diversidad de postales que componen la imagen colectiva de esta ciudad, Ricardo Greene1 desarrolló la investigación “Mi Santiasco Querido: Exploraciones del imaginario urbano en cien palabras” utilizando el corpus de cuentos recibidos en el concurso Santiago en 100 palabras [versión 2005], para intentar trazar la silueta santiaguina de boca de sus habitantes.
Considerando la masividad de la convocatoria [18.000 participantes] y el amplio espectro social y etario que componen sus participantes [concursantes que tienen entre 8 y 82 años provenientes de todas las comunas de Santiago] el estudio encontró en esta serie de relatos un “buen cristalizador del imaginario compartido de la ciudad”, al constituir un excelente registro de las impresiones en el que ciudadanos comunes y corrientes materializan las impresiones de su ciudad.
El volumen de la tesis pretende “rastrear las múltiples capas de sentido que componen este imaginario compartido sobre la ciudad”, a través de un riguroso trabajo de calificación y estudio del corpus a investigar: “704 cuentos, 15 variables, 24 dimensiones y mas de 300 indicadores: pasaron por una batería de operaciones quirúrgicas que les extrajeron todo aquello que hablaba del imaginario compartido de la ciudad y de sus ciudadanos.”
Lo interesante de este estudio radica en que, ante una aparente generalizada impresión de apatía hacia la capital, el autor buscó precisamente “explorar las razones profundas del descontento urbano”, utilizando para esto relatos ficticios que pretender dar cuenta de que “entre la ciudad material y la imaginada se tiende una vía de comunicación fructífera y de tráfico incesante”, y que precisamente es ese puente el que puede dar luces sobre esta búsqueda de construcción de un imaginario de ciudad, tan evidente en ciudades como Paris, Nueva York o Río de Janeiro [por nombrar algunas], y que tan difícilmente construimos en el heterogéneo y tantas veces gris Santiago.
En esta búsqueda de razones profundas por el descontento a través del estudio de las llamadas capas de sentido que compondrían este imaginario que se pretende leer en los cuentos, el autor nos enfrenta a la siguiente lectura: “A los santiaguinos les duele su ciudad. Esa parece ser la constatación más evidente que brota de la revisión de los cuentos breves. Los cuentos breves analizados revelan que Santiago es algo así como una enfermedad que padece el cuerpo del santiaguino […] pareciera ser que, para el capitalino, las características propias de la vida moderna lo sobrepasan a cada instante”
Con el objeto de construir “una forma de hacer audible una voz colectiva, silenciosa pero de fuerza inestimable […] incorporar, al entendimiento de la ciudad, narraciones que se alejan de las usualmente utilizadas por los especialistas”, Ricardo Greene nos enfrenta a estas voces que a través de breves relatos plasmaron la visión de una ciudad muchas veces desenfocada, introduciendo esta lectura de la ciudad como enfermedad que nos enfrenta de golpe con la discusión acerca de cómo estamos construyendo ciudad y, con ella, el imaginario que cada uno des sus habitantes construimos de ésta.
La tesis completa en el siguiente link: Mi Santiasco Querido
Los cuentos de todas las versiónes del concurso, acá: Santiago en 100 Palabras
Más Información:
Revista Todavía
*RICARDO GREENE sociólogo y magíster en Desarrollo Urbano
Todas las citas: Greene, Ricardo “Mi Santiasco Querido: Exploraciones del imaginario urbano en cien palabras” Tesis presentada al Instituto de Estudios Urbanos PUC, para optar al grado de magíster en Desarrollo Urbano. Santiago, septiembre 2006.
- RICARDO GREENE sociólogo y magíster en Desarrollo Urbano. Todas las citas: Greene, Ricardo “Mi Santiasco Querido: Exploraciones del imaginario urbano en cien palabras” Tesis presentada al Instituto de Estudios Urbanos PUC, para optar al grado de magíster en Desarrollo Urbano. Santiago, septiembre 2006. [↩]
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