La recuperación de la Plaza de la Victoria
La plaza de la Victoria en Valparaíso tiene efectivamente un carácter de centro social, como dice la reiterada y pegote canción. Los edificios que la rodean son sumamente concurridos, y esa concurrencia se esparce hacia ésta, siempre llena de gente.
Funciona de lo mejor, está limpia, bien mantenida, y además de un leve deterioro de los pavimentos, no presenta mayor problema.
Actualmente está en proceso un proyecto de mejoramiento de la plaza, cuyo objetivo es que “no pierda su carácter patrimonial”. La Oficina de Gestión Patrimonial de la Municipalidad de Valparaíso está desarrollando un estudio histórico cultural que incluye un catastro de los principales objetos del espacio, como son las valiosas estatuas y especies vegetales. Esto para un futuro mejoramiento.
La Plaza de la Victoria como sitio data de los tiempos de la colonia, cuando, antes de la ampliación del plan, llegaba hasta ahí la playa, y era paradero de carretas verduleras que iban hacia Quillota y Santiago. Luego fue plaza de toros, hasta que esta actividad fue prohibida en 1823, por lo que pasó a ser pública, llamada entonces Plaza de Orrego. Pasó a llamarse de la Victoria en conmemoración de la victoria chilena en la batalla de Yungay en 1839.
En 1870 se inició su ornato bajo la administración de Francisco Echaurren. En 1906, fue, como las demás plazas, campamento para damnificados del terremoto que destruyó casi todo Valparaíso.
Este espacio público tiene al centro una fuente traída de Francia, con leones de bronce y estatuas que representan las estaciones del año, muy bonita y elegante. Tiene una glorieta donde tocan bandas, tiene unos árboles variados y valiosos, y un pavimento sinuoso que forma amplios recorridos.
Es una excelente plaza, y la verdad es que está bastante bien, por lo que vale preguntarse si nos sería mejor emplear esfuerzo por mejorar lo que está mas deteriorado, en vez de “estudiar” lo que está en buen estado. El Parque Italia, por ejemplo, es un espacio público en mal estado, llena de pedestales donde en algún momento hubieron estatuas que fueron robadas o destruidas. No hay bancos donde sentarse y el mantenimiento es deficiente. Sería bastante útil mejorarla, ya que mucha falta le hace, mientras que la Plaza de la Victoria no parece correr ningún peligro real de “perder su carácter patrimonial”.