Chile 2030 – Planificación Urbana para conducir el crecimiento
Santiago no es Chile y eso bien lo sabe El Gobierno, quien a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo acaba de enviar un proyecto de Ley para facilitar la creación de nuevos instrumentos de planificación territorial, de manera de poder abordar el inminente desarrollo de las regiones. Así, ciudades como Iquique, La Serena/Coquimbo, Antofagasta, Temuco y Puerto Montt/Puerto Varas tendrán un nuevo marco de planificación que pretende actuar de forma rápida, participativa y con nuevos criterios de diseño urbano.
El proyecto de Ley busca ordenar el pujante desarrollo de cinco macro zonas del país que han tenido un acelerado crecimiento en los últimos años. Estas zonas corresponden a las ciudades de Iquique, La Serena/Coquimbo, Antofagasta, Temuco y Puerto Montt/Puerto Varas, las cuales sumadas a Santiago, Valparaiso y Concepción reúnen en gran parte el desarrollo económico y social del país, confirmando así las cifras sobre el 87% de los chilenos como residentes de áreas urbanas.
Este nuevo proyecto de Ley viene a modificar la Ley de General de Urbanismo y Construcción de 1975. De hecho, lo particular de esta nueva legislación es que por primera vez una Ley de esta naturaleza pasará por el Parlamento. La Ley de Construcción y Urbanización de 1931 y la Ley General de Urbanismo y Construcciones de 1975 fueron dictadas ambas mediante Decreto con Fuerza de Ley, es decir impulsadas por el Presidente de la República y no por el Congreso.
Por qué planificar el crecimiento urbano?
Una de las herramientas que tienen el Estado para conducir y potenciar el desarrollo de la zonas urbanas y rurales es a través de los instrumentos de planificación territorial. Con esto entiéndase Plan Regulador Intercomunal, Planos Regulador Comunales, etc. Estos nos dicen de qué manera se debe construir, cómo construir y cuánto de debe construir. Estos instrumentos a la larga son la carta de navegación de las ciudades, pero con el tiempo éstas van cambiando sus requerimientos y necesidades. Por eso, los instrumentos deben apuntar a ser cada vez más eficientes junto con contar con un sistema que permita una rápida implementación.
La ministra subrogante de la Vivienda, Paulina Saball asegura que el crecimiento de Iquique es impresionante, junto a Alto Hospicio; que Antofagasta ha experimentado todo un desarrollo estructural mejorando la calidad de vida de su población; que La Serena/Coquimbo conforman un espacio urbano de potencial turístico, residencial, comercial, patrimonial y que Puerto Montt/Puerto Varas es otro núcleo con un crecimiento notable en los últimos años, así como Temuco/Padre Las Casas.1
Todas estas ciudades deben contar con instrumentos actualizados para aprovechar de mejor manera sus oportunidades, muchas veces perdidas por falta de visión o incapacidad de los instrumentos para aplicar herramientas de control y gestión urbana innovadoras y eficientes.
Instrumentos enfocados en el Diseño Urbano.
Una de las características quizás más importantes de estos nuevos instrumentos es su enfoque en mejorar el tema del Diseño Urbano. Con esto se busca abrir oportunidades para que simples proyectos puedan aportar grandes cambios con tan solo pequeñas operaciones.
Por tan solo citar un ejemplo de cómo se podría haber aplicado criterios de diseño urbano en Santiago, veamos un caso de desarrollo urbano de lote a lote, (que tanto a penado a la ciudad por la falta totales urbanos coherentes) ; La manzana triangular conocida como Sanhattan ubicada en los ex-terrenos de la CCU.
En esta zona se levantó edificio tras edificio, por un promotor inmobiliario que construyó tal cual lo estipulaba la normativa. El resultado; una sumatoria de edificios separados por muros medianeros junto la oportunidad perdida de haber generado un espacio público único en los primeros pisos de la ciudad. En este caso una normativa sin visión de diseño urbano genera resultados construidos sin diseño urbano, está claro.
El desafío de estos nuevos instrumentos es precisamente ser más rápidos e innovadores para permitir gestiones del suelo más contemporáneas, por lo que uno de los temas que va a tener que ser revisado también es la institucionalidad que da cabida a nuevas soluciones de este tipo. Es de esperar que las experiencias en Santiago sirvan de ejemplo, tanto las buenas como las malas, para conducir el inminente crecimiento de Chile en los próximos 30 años.
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