Las Salinas, ¿Ciudad en Manos de un sólo Arquitecto?
Poco tiempo atrás escribimos sobre el interés de compra que existía por un terreno de Viña del Mar. Hoy el terreno de Las Salinas, que aún se encuentra en venta, ya tiene un proyecto diseñando. Y claro si habláramos de una pequeña casa privada no habría mucho problema, pero cuando hablamos de un paño de 17 ha (4 veces Sanhattan) estamos hablando de ciudad y por tanto de calles, veredas, árboles, transporte público, impacto urbano, comercio, vivienda, etc … en resumen un pedazo de la ciudad DE LOS viñamarinos, que hasta el momento y sin preguntarle nada a nadie, lo ha diseñando una sola empresa, la inmobiliaria Titanium dirigida por el empresario-arquitecto Abraham Senerman.
Sin criticar la arquitectura, porque como dicen por ahí sobre gustos no hay nada escrito, me parece preocupante que una empresa se pueda adjudicar un predio y hacer prácticamente lo que le plazca y más aún, que tenga tal confianza en su adjudicación y permiso, como para haber invertido ya en el diseño de las 9 torres de 20 pisos (7 torres con departamentos de 50 a 140 m2, 1 o 2 hoteles y 1 edificio de oficinas), todo antes de comprar legalmente el terreno y de que el plan regulador de la zona fuese oficial.
¿Qué pasa con la planificación, las propuestas y los concursos de diseño que materializarían la mejor idea para este sector de la Ciudad Jardín? Al parecer un modus operandi que no conoce el Sr. Senerman, quien ya construyó gran parte del Sanhattan de la misma forma. Y aunque aquel sector, con sus altos edificios ya forma parte de las postales del gran Santiago, deja mucho por desear al nivel de la calle, en el espacio público mismo, el que tras diferencias de alturas, espacios fragmentados, perdidos o sin salida, casi no existe y que además que, hasta que se incluyo una calzada vehicular en la vereda, creaba grandes problemas de tránsito en la zona.
Queremos lo mismo para Viña del Mar o en verdad como dijo el mismo Sr. Senerman queremos hacer “aportes a la renovación urbana”. Si es así al menos habrá que bajar un poco la cabeza, revisar otras ideas y la opinión de los viñamarinos.
Oportunidades y ejemplos como éste hay varios, y conviene revisar referentes como el proyecto Seine Rive Gauche en Paris, donde el proyecto del Masterplan para una gran zona en obsolescencia de la capital francesa, se adjudico tras un concurso público. Tras la elección del ganador se licitaron nuevos trozos del terreno, en los que luego se entregaron finalmente los lotes para concursos de proyectos de arquitectura. Así se fue construyendo aquel trozo de ciudad, siempre bajo la mirada de un plan general que regia sobre el diseño particular.
Aunque en el caso de Seine Rive Gauche el promotor era público, este rol perfectamente lo podrían tomar los privados, las petroleras en este caso, las que incluso tras un buen plan general y una buena campaña publicitaria, podrían sacar mejor provecho a cada lote del proyecto.
Y si aún no estamos preparados para tal coordinación y planificación, que al menos el municipio se preocupe de conocer la opinión de sus habitantes y realizar una buena normativa, que al menos guié y restrinja al que pague los US 60 millones por el terreno, que le diga … “aquí tiene que dejar una vereda de tanto por tanto, aquí puede o no puede construir un edificio de vivienda, aquí puede construir un edificios de tantos pisos y fachada continua o aislada, aquí tiene que existir un antejardín o espacio para estacionamientos públicos”… que alguien se preocupe del plan general del proyecto antes de determinar y comunicar lo que anuncia bajo la imagen del proyecto el diario El Mercurio …”Edificios triangulares para que todos tengan vista al mar”.
Fuente de las Imágenes: flickr.com, emol.com, www.mairie13.paris.fr, GoogleEarth e intervención de la autora.
Fuente de la Información: Seine Rive Gauche, emol.com, seconstruye.com,
