Forum de Barcelona: La ilusión del Espacio Público Contemporáneo.

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Escrito por Tomás Romero*

Desde hace varios años que Barcelona ha aprovechado grandes acontecimientos para explotar su desarrollo y crecimiento urbano, posicionándose como una ciudad de atractivo cultural para el mundo. Bajo esta perspectiva, los Juegos Olímpicos del ‘92 y el Fórum de las Culturas del 2004 forman parte de la ‘arquitectura del pretexto’, denominada así por algunos urbanistas catalanes. Ambos proyectos urbanos comparten estrategias que buscan solucionar las demandas que son prioridades de desarrollo para la ciudad. La demanda colectiva se traduce en respuestas proyectuales de diversas áreas, por lo que los proyectos adquieren carácter multifuncional; con una sola acción busca hacer frente a varios problemas y necesidades. De esta forma ambos proyectos de regeneración urbana adoptan una mixtura social, proponiendo una gran plataforma de espacio público e infraestructuras para la ciudad. El problema es que presentan una notoria diferencia en cuanto al uso y valor que les ha dado la propia ciudadanía. Esto último, es signo del deterioro, tanto del modelo de desarrollo utilizado como de las posibilidades de participación cívica catalán, que Barcelona había explotado con tan buenos resultados en los ‘70, ‘80 y principios de los ‘90. Nos encontramos ante un proyecto de grandes inversiones y calidad, que no ha sido capaz de responder con claridad a las demandas de la ciudad (por consiguiente, de las personas), y que hoy presenta más preguntas y desafíos de cómo crear espacios públicos para la sociedad, en un medio que gira totalmente en torno a la economía y el mercado.

587855785_1.jpgDurante la década de los ‘80 la gran estrategia de Barcelona consistió en una acupuntura urbana, mediante acciones catalizadoras como espacios y equipamientos públicos. Fueron variadas intervenciones menores en zonas específicas y a distinta escala capaces de dinamizar aquellos lugares, utilizando como estrategia cinco elementos para el desarrollo urbano. La estrategia consistía en la incorporación de una dimensión de distribución de los colectivos humanos, generar una multifuncionalidad en los proyectos, promover el impacto sobre el entorno (caso Villa Olímpica), crear diseños de calidad capaces de dar identidad social y el uso del marketing para promover la gestión de los proyectos. De esta manera, la acupuntura urbana realizada en Barcelona en aquél entonces, consideró siempre renovar y construir sobre la ciudad, utilizándola como punto de partida. Se construía sobre lo construido. 370825983_2.jpg
Esta estrategia se llevo a cabo en un contexto y época donde existían tres factores que hicieron posible el éxito del modelo. El primero consistía en que el Plan General Metropolitano era muy favorable a la conversión de espacios obsoletos en espacios o equipamientos públicos colectivos. El segundo factor clave, fue la elaboración de PERIS (Planes Especiales de Reforma Interior) que lograron crear las instancias necesarias para recoger las demandas sociales prioritarias e iniciar respuestas adecuadas a estas mismas, coincidiendo con la idea de hacer ciudad sobre ciudad. Esta situación descentralizó el urbanismo local y lo remitió a los distritos, adoptándose y consolidándose un ‘urbanismo ciudadano’. El tercer factor, consecuencia directa del segundo, fue el consenso cívico sobre los grandes proyectos que requería la ciudad, donde líderes de todos los ámbitos pudieron influir en la consciencia cívica, lo que permitió llegar fácilmente a los acuerdos necesarios en la aprobación de los proyectos urbanos. Es así como en esta época se concretiza de manera muy efectiva el modelo que Barcelona había adoptado para su desarrollo. De esta forma, donde la participación pública podía superponerse a los intereses privados en cuanto a los valores cívicos se tratase, es que se adquirieron espacios públicos ampliamente valorados por los habitantes de Barcelona. Se había logrado proyectar lo que realmente la gente necesitaba.1813011114_3.jpg

Queda graficado entonces el diferente escenario que brindó a la Villa Olímpica la posibilidad de consolidarse en la ciudad con respecto al que hoy el Fórum de Barcelona se emplaza. Es justamente el deterioro de este modelo el que ha llevado a cambiar el urbanismo ciudadano por el urbanismo de los negocios.
Hoy Barcelona ya no se estructura con la base industrial precedente, sino que lo hace con una nueva base industrial donde el poder privado ha logrado tener mayor ingerencia que en la década de los ochenta. Por consecuencia, al momento de emprender nuevamente la acupuntura urbana, ha sido el mismo ayuntamiento quien perdiendo poder sobre el desarrollo de nuevos proyectos, ha visto como camino a seguir, entregar a los privados zonas donde pueden desarrollarse grandes proyectos a cambio de asegurar en ellos los espacios públicos siempre queridos. Lo que en muchas ocasiones puede significar abrirle la puerta de la transformación urbana al mejor postor, desprotegiendo el modelo de Barcelona. Todo esto ha traído también la notoria disminución de aprobación cívica de los proyectos realizados.
Lo anteriormente señalado ha sido justamente el punto más complicado para el Fórum de Barcelona. Se ha buscado desarrollar un proyecto capaz de actuar como catalizador en la ciudad para generar una nueva centralidad, un eje cultural capaz de relanzar Barcelona al escenario mundial. Si bien presenta una gran multifuncionalidad y mixtura de usos con su explanada de 15 hectáreas, capaz de mitigar las externalidades negativas arrojadas por las infraestructuras residuales del sector, ha dejado los elementos que le han de inyectar el dinamismo necesario para su activación a los privados. Así se ha roto con la trama cuadriculada de Ildefonso Cerdá y la continuidad de los ejes urbanos para volver a edificar un pedazo de ciudad de torres aisladas y de espacios colectivos privatizados, que, mal insertos en la ciudad, no logran responder formalmente a las necesidades de la ciudadanía.

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Como proyecto, el Fórum ha fragmentado el territorio, creando un nuevo barrio llamado Diagonal Mar que, al ser la propuesta habitacional de la zona Forum, deja de lado los antiguos barrios marginales del sector (La Mina, La Catalana, El Besós) tratándolos por separado. Esta fragmentación marca una nueva segregación social que nuevamente lleva a deteriorar el consenso cívico. En este sentido, es significativa la adhesión a los discursos radicales o marginales por parte de los medios de comunicación que brotan del barrio La Mina.
El Fórum de Barcelona presenta la antítesis de lo realizado en las décadas anteriores, y presenta nuevas preguntas de cómo planificar Barcelona, que crece a un ritmo único y original. De acupuntura a prótesis urbana en tiempos de un urbanismo de negocios. Queda pendiente en él la gestión del espacio público, del público y para el público.

Bibliografía

  • Borja, Jordi, Barcelona y su urbanismo, http://www.cafedelasciudades.com.ar/politica_21.htm.
  • Montaner, Josep María, Barcelona, urbanismo borroso.

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* Este Post corresponde a un paper escrito en el marco del ramo CTMA2 de Arquitectura en la UC, el segundo semestre de 2007.