Crisis Energética // Futuro de las Energías Renovables No Convencionales
Imagen vía Flickr por Antonio Martínez
Históricamente, Chile fue un país que tenía su matriz energética con una alta participación de generación por medio de plantas hidroleléctricas. A raíz de la sequía de 1999 se buscó diversificar la matriz, dando prioridad a la generación a través del barato, limpio y abundante -por ese entonces- gas argentino. Hoy estamos ante la misma situación y es vital no desperdiciar la crisis como una oportunidad de diversificar nuestra matriz.
Ante la inminente crisis energética que enfrentaremos este año, surgen iniciativas para ampliar la diversificación de la matriz energética utilizando para ello a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC). Sus ventajas están claras: mucho más amigable con el medio ambiente, no invasivas y pueden instalarse cerca de donde se requieren sin pérdida de energía debido al transporte.
Las energías renovables, como se conocen a aquellas que no agotan el recurso generador de energía, son muchas y una de las más utilizadas es la hidroeléctrica. Existen eso sí otras de menor rentabilidad, tanto energética como económica, las ERNC: eólica, solar, geotérmica y mareomotriz. También se incluyen dentro de esta categoría a las que aprovechan la biomasa y la hidráulica de pequeña escala.
Sin embargo una de las grandes desventajas es la baja rentabilidad económica que para las empresas generadoras tienen este tipo de iniciativas, requiriendose de recursos y subsidios estatales. Del mismo modo, la baja escala de generación no permite compensar las pérdidas por transporte y generalmente generan una cantidad de energía variable dependiendo de las condiciones atmosféricas o del tiempo (sol para la solar, viento para la eólica, etc). Por eso resultan vitales, sobre todo en tiempos de crisis, las medidas a tomar para fomentar su instalación.
(Paradojalmente Aysén muestra el mayor porcentaje de ERNC con un 58%)
Es así como se celebró el anuncio de la obligación para las empresas generadoras de aumentar progresivamente la participación generadora a través de ERNC:
“Para asegurar la efectiva materialización de estos proyectos energéticos, entre los años 2010 y 2014 la obligación será del 5 por ciento y, a partir de esa fecha, este porcentaje se incrementará gradualmente en 0,5 por ciento anual hasta llegar al 10 por ciento en 2014”1
Obligación que lamentablemente está lejos de las metas de otros países, incluso en un menor período:
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- Unión Europea: 21% al 2010
- Finlandia: 35% al 2010
- Reino Unido: 10% al 2010
- Alemania: 10% al 2020
(Fuente: Asociación Chilena de Energías Renovables)
Otra iniciativa, esta vez destinada a las propias localidades interesadas se presentó el pasado 10 de Marzo en el congreso. Esta busca destinar un 10% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para el fomento de investigación y desarrollo de esta área. Este fondo busca compensar de algún modo la desventaja con que corren los proyectos de ERNC frente a los grandes proyectos de las empresas generadoras.
“Es claro que hoy en día un proyecto de generación de energía eléctrica mediante este tipo de energías corre en gran desventaja frente a otros proyectos energéticos grandes especialmente de fuentes no renovables como son, por ejemplo, los que se están desarrollando y estudiando en la Patagonia de nuestro país”2
Una inversión que sería vital en estos tiempos de crisis, sería la construcción de embalses para riego que permitieran a su vez generar energía. Dado que el peak del recurso agua se da en verano y otoño para el riego, no sería incompatible con el uso eléctrico que podrían tener, el cual alcanza su mayor demanda en invierno.
Fuente: ACERA
Es de esperar que no se repitan los errores del pasado y se opte finalmente por una matriz energética aún más diversificada. Más aún cuando se reconoció por parte del gobierno la importancia de la Seguridad Energética como tema estratégico para el país.
