Valparaiso Patrimonio de la Humanidad (1)
Este mes de julio se cumplieron 5 años desde la nominación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.
El aniversario ha dado pie a análisis y evaluaciones por parte de entidades y figuras relevantes respecto al estado actual de las cosas y a la gestión y avances de la ciudad en cuanto a su directriz patrimonial…
De manera generalizada se ha establecido que existe un significativo incremento de la oferta de servicios relacionados al turismo patrimonial (hotelería, restoranes, cafés), lo cual se sostiene en el potencial cultural que la ciudad maneja y en el respaldo por parte del ente público sobretodo en cuanto a regulación de ciertos sectores y mejoramiento en el espacio público. En cuanto a lo segundo, obras como el mejoramiento de la calle Serrano, la futura remodelación del mercado Puerto, la remodelación de las plazas Sotomayor y cívica, el plan de mejoramiento de fachadas, entre otras, dan cuenta de una estrategia radical de inversión en infraestructura de uso público que respalda y suscita interés en inversiones por parte de privados, lo cual eventualmente podría generar la reactivación del frágil flujo económico, basándose en los atributos singulares de la ciudad…Quisiera mencionar, la remodelación del nudo Barón, un proyecto menos mediatizado, que implementará un nuevo espacio peatonal que unificará los flujos de las avenidas Brasil y Argentina, generando una nueva plaza que en un futuro próximo se conectará con el famoso proyecto del Borde Costero. Estos y los muchos otros proyectos a realizarse en la ciudad, independiente a las variadas opiniones o juicios de valor sobre ellos, hacen ver la inminente fuerza con la que se están propulsando iniciativas de enorme relevancia.
La crítica, por otro lado, apunta a la poca coordinación entre el ente público y el privado, y mas aún, el hermetismo de las tomas de decisiones hacia la comunidad en general. Esto es esencial, ya que de no tomarse en cuenta la opinión pública (no solo de organizaciones sino del ciudadano universal), el riesgo es que el resultado carezca de una real identidad originaria, o que, en otras palabras, la redinamización vaya expulsando lo genuino.
Más que un caso puro de gentrificación, la complejidad yace en la coexistencia de nuevos flujos (económicos y demográficos) con los antiguos. Es un aspecto significativo a considerar, ya que la ciudad ha ido variando dramáticamente de ser una de pujante economía y cosmopolita diversidad social, a una con un serio decaimiento económico, que expulsa a su clase media alta y con ella los programas urbanos asociados, hasta la actualidad, en donde la inversión está volviendo y con ella las plusvalías. En paralelo, el resultado espacial es la desaparicación de programas obsoletos, aparición de nuevos programas asociados a la emergente dinámica turístico cultural y respecto a la dimensión privada, la significativa transformación del programa residencial de barrios tradicionales. Las que en un principio fueran casonas unifamiliares, se tugurizan con el éxodo de la clase media alta en el momento de decaimiento económico de la ciudad, y, conforme a las nuevas tendencias, se subdividen en edificios tipo “loft”. Lo último, siguiendo por un lado la nueva connotación cultural que atrae a cierto tipo de residente que aprovecha la calidad ambiental de barrios valiosos y por otro lado, concuerda con el esfuerzo generalizado de preservación de esa característica “patrimonial”, lo cual es respaldado por políticas de resguardo. Esta tendencia va creciendo, lo cual por un lado asegura la valorización del tejido urbano, y por otro va conformando barrios (cerros en este caso) con una configuración social completamente nueva. (Ejemplos latentes y obvios cerro Alegre y Concepción).
Es una mas de las numerosas variables dentro del complejo proceso que se está llevando a cabo en la ciudad, y ante lo cual hay que tomar posición… o no.
Los actores fundamentales en las dinámicas que se están llevando a cabo en este significativo e intenso momento son los gestores, (el ente público), los ejecutores (el privado) y la contraparte, la comunidad informada (las ONG). Faltaría el resto, la ciudadanía en general. Una de las principales falencias del importante proceso que vive Valparaíso es la falta de una visión en común que posibilita la puesta en marcha de cualquier operación urbana, sobretodo en una ciudad compleja, y sobretodo cuando las operaciones urbanas son de tan relevancia.
* Fotos: Felipe Guillón García.
