Municipales: ¿Se decide esta semana el futuro del Desarrollo Local en Chile?
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Esta semana cierran las inscripciones para los candidatos a alcaldes y concejales para las próximas elecciones municipales chilenas. El proceso ha estado sazonado por las firmas rechazadas que impedirían a Chile Primero constituirse como partido y las coloridas apariciones de los candidatos del MUMS que representan a las minorías sexuales. Más allá de nuestro pintoresquismo acostumbrado, las elecciones municipales no son sólo el barómetro que decidirá el futuro de la clase política chilena y las “grandes decisiones” que tomarán nuestros nunca bien ponderados representantes (que sin duda nos afectarán), sino que configurarán el panorama de lo que hoy es uno de los eslabones más importantes para el desarrollo local: los municipios.
La oferta de candidatos entre los cuales de decidirá el futuro de los gobiernos municipales presenta fundamental importancia, según varias razones, algunas de las cuales serán listadas a continuación:
Legitimidad
Los alcaldes son las autoridades mejor evaluadas en nuestro país. Esto tiene una importancia fundamental en el contexto de un sistema político en el que la democracia representativa enfrenta cada vez más cuestionamientos y problemas. La única autoridad dentro de este sistema cuya imagen goza de buena salud es precisamente quien dentro de las autoridades es más cercana al ámbito local.
Gobernabilidad
En el ámbito del desarrollo urbano y territorial resultan fundamentales los niveles de gobernabilidad que un sistema pueda generar. La gobernabilidad puede ser entendida como una plataforma efectiva de acción colectiva; esto quiere decir que el capital social, humano y financiero que circula entre los actores provenientes de la ciudadanía, el mundo privado y el sector público, pueda utilizarse efectivamente y ser traducido en el desarrollo del territorio que integran. En el contexto chileno, la gobernabilidad depende fuertemente de la autoridad que gobierna, puesto que es desde ahí donde tradicionalmente se establece la capacidad de coordinar, además de la acción estatal, también a empresarios y la ciudadanía. En la escala del municipio se encuentra una de las posibilidades más importantes para contar con esta capacidad, coordinando actores para el desarrollo local.
Problemas con las Escalas intermedias: la mirada desde Arriba
Existen muchos vacíos entre la escala de gobierno nacional (marcada por nuestro fuerte presidencialismo) y el gobierno local o municipal. Señal de esto son los debates en torno a las características y roles de los Intendentes; la misma discusión por la regionalización es otra manifestación de la necesidad de escalas intermedias de gobierno. Esto afecta de manera especial a las áreas metropolitanas. Un buen ejemplo son los “grandes proyectos”. Transantiago: el sistema de transporte de una ciudad, es administrado directamentepor un Ministerio; tuvo que acudir a los municipios para afinar los recorridos según lasnecesidades de las áreas que servían. Autopistas Urbanas Concesionadas: la manera en que estas grandes infraestructuras afectaron los barrios por los que pasaron dependió fuertemente de los movimientos desplegados a escala local, especialmente en la coordinación entre agrupaciones ciudadanas y los municipios por los que pasaron (Santiago, Recoleta, Providencia, Las Condes y Vitacura en el caso de la Costanera Norte). Todo esto es prueba de la importancia de la escala local en grandes inversiones que pueden generar desarrollo, en las que el papel de los municipios ha resultado clave.
La mirada desde Abajo
Derivado de problemas que se relacionan directamente con todo lo anterior, hoy existe en diversos planes y programas del Gobierno (como es el caso de Mideplan, Fosis y las familias Puente, por ejemplo), una declarada voluntad de “bajar” la escala tanto de diagnósticos como de proyectos y ejecuciones al ámbito municipal, puesto que es en los municipios donde existe un mayor conocimiento de las situaciones locales.
Todo esto plantea todo un desafío para la capacidad que cada municipio tiene para operar con estos programas y recursos, lo que depende fuertemente de los equipos que cada alcalde pueda desplegar. Los municipios se caracterizan por depender fuertemente de la autoridad política elegida, reproduciendo de alguna manera el mismo “patriarcado” (o “matriarcado”) propio de nuestro sistema presidencialista, pero ahora la escala local. El hecho de que, a pesar de la complejidad de tener que desplegar acciones directamente en contacto con la comunidad para ser elegidos cada cuatro años, los alcaldes sean las autoridades más evaluadas, plantea esperanzas para el desarrollo local en Chile.
Indudablemente esto representa una esperanza también para la necesaria legitimidad que los proyectos políticos deben tener respecto a las necesidades y deseos de las personas, de manera que sean herramientas que sirvan para alcanzar el desarrollo. Las autoridades que se eligen este año serán quienes tengan en sus manos las mayores posibilidades de que el desarrollo esté al alcance de los ciudadanos.