Opinión – Por un Santiago más verde y más integrado
(La Tercera, 13/08/2008)
Por Carlos Estévez Valencia, Seremi Región Metropolitana
Como es de público conocimiento, hace cuatro meses se presentó al Consejo Regional la propuesta de actualización del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), convocando por primera vez a diversos actores para que entreguen sus opiniones antes de iniciar el trámite que la ley establece. Con este mismo espíritu, hemos puesto toda la información en la página web de la Seremi y transparentado por este medio las solicitudes enviadas por empresas inmobiliarias y municipios.
Nuestra política de transparencia y participación ha dado frutos. El debate sobre el Plan Regulador Metropolitano de Santiago ha sido intenso y ha permitido mejorar la propuesta. Lamentablemente esta instancia también ha servido para que se creen imágenes equivocadas sobre sus alcances reales, los que pueden confundir a la ciudadanía. Ante ello, conviene centrar la discusión en hechos y no en prejuicios.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, Santiago crecerá en 2 millones de habitantes al año 2030 exista o no PRMS. Esta realidad es ignorada por quienes asumen que dicho crecimiento puede ser inducido o frenado por un plan regulador, cuestión que claramente se aleja de sus atribuciones. Donde el Plan Regulador Metropolitano de Santiago sí juega un rol relevante es en garantizar que dicho crecimiento sea de calidad, y es ahí donde hemos puesto nuestros esfuerzos. Para ello hemos orientado el diseño de la actualización bajo tres grandes objetivos.
El primero es reservar aproximadamente 4.000 hectáreas de suelo para parques y áreas verdes, tanto en la periferia como en áreas interiores de zonas de bajos ingresos. Su ejecución será un requisito para que las empresas inmobiliarias puedan urbanizar las 5.500 hectáreas que se incorporarán al área urbana en comunas como Maipú, Quilicura, San Bernardo o La Pintana. Esta propuesta de parques y áreas verdes se complementa con algunas iniciativas que ejecutará el Estado con fondos públicos como el parque inundable del Zanjón de la Aguada, el parque Portal Bicentenario de Cerrillos, y la Hondonada en Cerro Navia, más la arborización de calles en comunas de bajos ingresos.
Un segundo aporte será contribuir en reducir la segregación socioespacial que aflige a Santiago, evitando que los hogares de menores recursos deban desplazarse y concentrarse en comunas alejadas, en entornos homogéneamente pobres. Para ello exigiremos cuotas de vivienda social a todos los proyectos inmobiliarios que se ejecuten dentro de las 5.500 hectáreas que se incorporen al área urbana. Estos barrios integrados tendrán expedito acceso a equipamientos educacionales, de salud, seguridad, comercio y otros servicios.
Otro objetivo es mejorar la conectividad para las personas, exigiendo la concreción de 300 kilómetros de vías troncales que también deberán ser ejecutadas por las empresas inmobiliarias como requisito de urbanización. Estas obras se sumarán a los corredores exclusivos de transporte público actualmente en ejecución.
Como vemos, la propuesta de actualización del PRMS dista mucho de una simple ampliación del límite urbano. Bajo el modelo de la planificación por condiciones aumentaremos considerablemente la superficie de parques y áreas verdes, localizaremos cerca de 30.000 viviendas sociales a menos de 15 minutos de los centros de servicios y dotaremos a nuestra ciudad de nuevas vías troncales y corredores de transporte público. Estas líneas de acción permitirán llegar al año 2030 con un Santiago más verde y más integrado, principio que orienta y da sentido a las acciones comentadas.
La discusión está recién comenzando y mantenemos la disposición para recibir propuestas que ayuden a perfeccionar nuestro trabajo. Esperamos que sean propuestas concretas, vinculadas a hechos factibles de implementar, dentro de las atribuciones que tiene un plan regulador. Tengo la convicción de que nuestra capital puede ser mucho mejor, convirtiéndose en el futuro en una ciudad más amable y más vivible para todos.