Nuevo barrio universitario de Bellavista albergará a nueve mil estudiantes
Dos nuevas universidades se instalarán en el sector dominado hasta ahora por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, con lo que no sólo sumará 37 mil metros cuadrados adicionales destinados a la educación superior, también contemplan plazas, centros de extensión, cines y estacionamientos abiertos al público, para darle otra cara al tradicional sector bohemio. Por Sofía Vargas P.
Bellavista, uno de los barrios nocturnos de Santiago, conocido por la bohemio y la gran oferta gastronómica, cambiará su rostro a partir del segundo semestre de 2009, para transformarse en un nuevo centro universitario.
Hoy, los 2.500 estudiantes de Derecho de la U. de Chile son los únicos del barrio, pero en los próximos meses compartirán las calles con otros 6.500 universitarios y los 24 mil metros cuadrados originales dedicados a la enseñanza por el arribo al sector de la nueva sede de la Universidad San Sebastián y de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la U. Andrés Bello, además del Instituto AIEP.
Donde antiguamente se ubicara la imprenta “Universo”, es decir, al costado oriente de Derecho de la U. de Chile, se emplazará la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Andrés Bello, que albergará a 2.500 alumnos. “Escogimos este lugar porque en los próximos años se transformará en un centro educativo y porque es un espacio céntrico, con visibilidad y locomoción a unos metros”, dice Edwin Han, vicerrector de asuntos económicos de la casa de estudios. Por su parte, la U. San Sebastián se instalará en los ex terrenos del Liceo Alemán, en la esquina opuesta a Derecho de la U. de Chile. Allí recibirá, a partir de 2010, a cuatro mil estudiantes.
Barrio abierto a la comunidad
Se tratará del segundo barrio universitario que tendrá la capital, después del consolidado Barrio República. Y esa experiencia es lo que se pretende igualar en el caso de Bellavista. En otras palabras, un barrio universitario abierto, donde converjan estudiantes y vecinos. Por eso, las universidades no sólo tienen contemplada la construcción de sus propios edificios, también proyectan construir áreas verdes y ampliar los pasos peatonales, como una forma de integrar a los vecinos y no impactar tan agresivamente la comunidad.
“Modificar la infraestructura del barrio, como hermosear los parques y ensanchar los pasos peatonales, son claves para que la comunidad se integre a los planteles”, asegura Pelayo Covarrubias, director comercial de la Municipalidad de Santiago, quien estuvo a cargo de la creación del barrio universitario en República.
La U. San Sebastián, por ejemplo, abrirá al barrio la capilla Liceo Alemán, en calle Dardignac y que antes era de uso privado de ese colegio. También proyecta un Centro de Extensión y una sala de cine tipo Imax (con pantalla tridimensional), ambos abiertos a la ciudadanía.
Además, la universidad donó un proyecto arquitectónico para remozar la plaza Juan Pablo II, al frente de la U. de Chile. Allí, donde hoy funciona una feria artesanal, se construirán áreas verdes y 600 estacionamientos subterráneos.
Por otro lado, la U. Andrés Bello construirá una plazotela que unirá las avenidas Bellavista y Santa María y por donde todos los transeúntes podrán circular. “Queremos que la plaza sea un lugar de encuentro, donde los estudiantes y los vecinos comparten y se integren”, apunta Edwin Han.
Para los vecinos, la llegada de los estudiantes será un empuje cultural. “Preferimos mil veces que lleguen universitarios, sabemos que son un poco complicados, pero le dan un aire nuevo al sector”, cuenta Villie Salazar, de la junta de vecinos de Bellavista.
Caso Barrio República
Son 26 planteles y 120 mil estudiantes que desde el año 2003 dan vida a lo hoy conocido como el barrio universitario de República.
Fueron dos mil millones de pesos los que invirtió el municipio de Santiago en proyectos como ciclovías, plazas, iluminación y transformación de calles en paseos peatonales. A ellos se suman otros 2.500 millones aportados por las universidades. Inversión que, en todo caso, ha tenido un alto retorno: el valor del suelo se ha duplicado en los últimos años, pasando de 12 a 25 UF el metro cuadrado.
La queja permanente de los vecinos, sin embargo, está relacionada con la profileración de bares que funcionan, incluso, al mediodía. Fenómeno que, para la Municipalidad de Santiago, es marginal. “La capacidad de los bares del barrio asciende a unas cuatro mil sillas, lo que representa el 5% del número total de alumnos que estudia en el barrio”, estima Pelayo Covarrubias, director comercial de la Municipalidad de Santiago.