Vecinos revitalizan las plazas de Santiago

126356117_zzz.jpg(El Mercurio, 18/10/2008)

Por Pamela Elgueda y Paula Leighton

Organizados en cuadrillas, durante casi cinco meses los vecinos de Villa Lo Arrieta, en Peñalolén, dedicaron sus fines de semana a cargar carretillas de maicillo, plantar pasto e instalar los juegos infantiles de la plaza que ellos mismos diseñaron donde antes hubo un basural.

“El municipio nos dio los materiales, arena, ripio, cemento, bancos, pasto, focos. Nosotros nos organizamos, sectorizamos las áreas de trabajo, y a veces éramos hasta 20 o 30 trabajando juntos. Le dimos nuestro propio sello a la plaza, lo pasamos bien y nos conocimos. Fue una bonita forma de armar comunidad”, dice Mitchel Varas, uno de los vecinos que lideraron la iniciativa.

Hoy su plaza es una más de las áreas verdes que en toda la Región Metropolitana están congregando a más y más vecinos.

“Los parques tienen más actividad y uso que antes. Las personas están ocupando con más creatividad y entusiasmo los espacios públicos”, constata Magdalena Piñera, directora ejecutiva de la Fundación Futuro.

La batalla con el mall -alguna vez tildado como la nueva plaza- se ha ido ganando con una oferta atractiva y variada de actividades y, sobre todo, convocando a los vecinos a apropiarse de las plazas y parques de su barrio, incluso desde su diseño.

En el sector oriente -donde hay hasta 20 m2 de áreas verdes por habitante-, las municipalidades e inmobiliarias han dotado de infraestructura a estas áreas y promueven programas de actividades en parques y plazas. Gimnasia entretenida, verdaderos gimnasios al aire libre; bibliotecas en los parques o circuitos para pasear perros atraen a los vecinos del sector oriente.

En los sectores de bajos recursos -como en comunas del sector suroriente, donde hay un exiguo promedio de 2,3 m2 de área verde por habitante y los municipios no cuentan con fondos suficientes para mantenerlas- se multiplican las iniciativas, donde son los propios vecinos quienes se organizan para diseñar y mantener sus plazas.

Rosario Palacios, socióloga de la Dirección de Asuntos Públicos de la UC, que ha investigado las políticas de espacios públicos, destaca que una de las claves para atraer a la comunidad a las plazas y parques es asumir que éstos son entidades dinámicas que deben ir adaptándose al uso que les dan los vecinos. “Si haces un parque demasiado programado, que sólo se puede usar para juegos, o sólo para gimnasia, tienden a fracasar. En cambio, cuando los espacios son más simples o flexibles, las mismas personas empiezan a apropiárselos. En el Parque Forestal, por ejemplo, llevan cosas para vender, ponen una cama saltarina, arman espectáculos”.

“La única forma de participación no son las elecciones”, destaca Magdalena Piñera: también lo es conocer las plazas del propio barrio y participar en la vida comunitaria que florece en ellas.

Áreas verdes con equidad

Entre 8 y 10 m{+2} de áreas verdes por habitante sugiere la OMS. En la Región Metropolitana, sólo el sector oriente y el centro superan esa cifra. En el poniente es apenas 1,3 m{+2}. “Queremos resolver esa inequidad con proyectos públicos”, enfatiza la ministra de Vivienda y Urbanismo, Patricia Poblete. Para eso, al 2030 el Plano Regulador Metropolitano de Santiago contempla sumar 3.500 há de áreas verdes a las 10 mil que actualmente tiene la RM. “Queremos llegar a 2020 con seis grandes parques urbanos en sectores de bajos ingresos: Cerros de Renca, La Hondonada (Cerro Navia), Ciudad Parque Bicentenario (Cerrillos), Cañamera (Puente Alto), Sur Cerro de Chena (San Bernardo) y La Aguada”. A esto se suma la forestación de 72 km de vías junto a Conaf, y llegaremos a 106 km de ciclovías en 2010. “Con esto buscamos dar a todos los ciudadanos acceso y calidad de vida”.

Foto de: Verónica Lagos