Valparaíso: Cancelado Proyecto de Niemeyer en Ex Cárcel
La discusión en torno al destino de Valparaíso parece ser de los temas que nunca acabarán en el debate urbano de nuestro país; temas como la conservación del patrimonio, la recuperación del borde costero, el muelle barón, el fondo del BID, el deterioro y la belleza de los cerros, la pobreza y el boom turístico, entre muchos otros, aparecen con sólo nombrar la emblemática ciudad. A esto se ha sumado, en el último año, una discusión que logra encender ánimos entre los ciudadanos de manera amplia, y en la que los propios arquitectos se sienten especialmente partícipes: La construcción del edificio de Óscar Niemeyer en los terrenos de la ex Cárcel del puerto. Obra que en los últimos días ha sido cancelada.
No es poco el rechazo que había generado la propuesta del brasilero, que fue presentada hace poco más de un año por la Municipalidad de Valparaíso, como parte de las Obras Bicentenario estrella del gobierno. Y precisamente por ese rechazo que generó en distintas instancias la mencionada obra, es que la municipalidad anunció hace algunos días, la caída del proyecto. Esta vez en todo caso, no se debió a que algunos connotados arquitectos se juntaran a discutir sobre la pertinencia o no de la obra en el Cerro Cárcel, sino de la opinión de la ciudadanía porteña, ya que fue la propia comunidad la que rechazó ciertos aspectos del proyecto (el no incluir el polvorín histórico y las galerías de los reos), lo que obligó a la municipalidad a pedir una tercera versión del proyecto a Óscar Niemeyer; petición que el centenario arquitecto rechazó.
Así pues, a dos años del bicentenario -y para felicidad de muchos- el Centro Cultural Cárcel de Valparaíso, parte de la las “Obras País” del Bicentenario, se encuentra en cero nuevamente. ¿Lo que viene? Todo indica que se hará un llamado a concurso público para el desarrollo del emblemático proyecto. La oportunidad que puede abrir este concurso, si se desarrolla de manera adecuada, puede ser ampliamente aprovechada para el beneficio de la ciudad, ya que pone la discusión sobre el futuro de este proyecto en una plataforma abierta, con la posibilidad del desarrollo de proyectos muchísimo más acorde al lugar y a los requerimientos de la comunidad que ahí habita, aspectos que precisamente fueron blanco de las críticas en el proyecto recientemente cancelado. Tal como pasó con el edificio Diego Portales en la capital, que tras su incendio se enfrentó a la posibilidad de ser renovado a través de un concurso (ganado por Cristián Fernández, quien desarrolla en la actualidad dicho proyecto), la caída de Niemeyer en Valparaíso, junto con ser un retroceso, plantea una oportunidad de renovar las expectativas en torno a lo que puede llegar a ser dicho proyecto. Es de esperar que las cosas se hagan bien, que el concurso cuente con una convocatoria amplia, con bases claras y los ojos bien puestos en la comunidad que usará el edificio, para que, de una vez por todas, pueda este proyecto llegar a buen puerto.