Ya están construyendo en la punta del cerro
Más arriba de la cota 1.000, en una zona protegida, una inmobiliaria está vendiendo 20 lotes. Es una inversión de US$ 15 millones. Los científicos y ambientalistas están escandalizados y han conseguido paralizar el proyecto. Dicen que se trata de una zona única, de alto valor por su biodiversidad. El Consejo de Defensa del Estado interpuso una demanda en contra de la Municipalidad de Vitacura por permitir la urbanización de un Área de Preservación Ecológica. Por Alexis Jéldrez
A Juan Luis Celis le encanta pasear por los faldeos del cerro Manquehue.
No es extraño: él es un ecólogo que estudia la interacción entre la fauna y la flora en institutos que estudian la biodiversidad tanto en la Universidad Católica como en la Universidad de Chile.
Trabaja en lo que le gusta.
En eso estaba cuando, a comienzos de 2006, notó que estaban haciendo caminos y cortando bosque nativo.
Le llamó la atención. Tomó su GPS y comprobó que estaba sobre la cota 1.000 (es decir, a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar).
“Para evitar el riesgo de aluviones, se prohíben las construcciones sobre la cota 1.000”, observa Celis. “Es un anillo concéntrico que está protegido sobre la ciudad de Santiago”.
De vuelta en su casa, Celis se metió en la página de Conama para ver si había ingresado alguna solicitud al Sistema Nacional de Impacto Ambiental en esa zona. No encontró nada, de modo que le envió un mail a la Dirección de Obras de Vitacura.
Le respondieron que estas obras no entraban al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) debido a que estaban planificadas desde hace mucho tiempo; desde mucho antes de la Ley de Bases del Medio Ambiente (que entró en vigencia en 1997).
“Me dijeron que estaba con el permiso de obras, que es lo que se necesita para la Municipalidad”, nos explicó Celis por teléfono celular desde un bosque chilote cerca de Chacao, mientras pasaban los rayaditos dando vueltas. “Entonces le reenvié el mail a Conaf”.
Pero no pasó nada hasta que en 2007 el abogado Gustavo Andrés Cruzat realizó las mismas denuncias. Finalmente, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) tomó cartas en el asunto.
En marzo pasado, el CDE interpuso una demanda en contra de la Municipalidad de Vitacura y las constructoras por daño ambiental.
El loteo
Lo que Celis y Cruzat contemplaron era la construcción de 20 casas, en igual cantidad de sitios (de 5 mil m2) en un loteo del proyecto Parque Residencial Manquehue, propiedad de la Sociedad de Inversiones y Rentas San Arturo Ltda., cuyo representante legal es Arturo Lyon Valverde.
La inversión es de US$ 15 millones.
Defiende a la inmobiliaria el abogado Javier Vergara Fisher, quien fuera director metropolitano de Conama en los años 90.
Vergara apunta que, para estas casas, “el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), que creó la zona de preservación ecológica”, contiene la siguiente norma: “En los lotes ya inscritos en el Conservador de Bienes Raíces, provenientes de loteos aprobados, emplazados en el Área Restringida o Excluida al Desarrollo Urbano, se podrá construir una vivienda con una superficie de hasta un 10% del tamaño del lote”.
Como los lotes son de 5 mil m2, estarían autorizados para construir una casa de hasta 500 m2.
El abogado Vergara precisa: “En el caso del loteo cerro Lo Curro, éste fue aprobado en virtud de un D.S. del año 1948, e inscrito desde esa época en el Conservador de Bienes Raíces. De este modo, el PRMS permite la construcción de estas casas y define las condiciones que deben tener. Además, el proyecto no se ha modificado desde esa fecha y comenzó su ejecución en forma previa a la entrada en vigencia del SEIA”.
Bosques únicos
Discrepa el CDE. Opina que los demandados han infringido la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente y su Reglamento del SEIA “al haber iniciado la ejecución de un proyecto que, dada su envergadura, ubicación y características debía ser evaluado ambientalmente por la Conama en forma previa a la iniciación de las obras”.
El CDE acusa además a los demandados de “corta de bosque nativo” sin contar con un Plan de Manejo que los autorice; de “cortar especies arbustivas”, contraviniendo la Ley de Bosques, y de vulnerar el PRMS al efectuar “obras de urbanización con grave daño al medio ambiente en una zona que goza de un especial estatuto de protección ambiental, por tratarse de un Área de Preservación Ecológica”.
“Se trata de un área de riquísima diversidad en su flora y fauna, que quieren que termine en un recuerdo de lo que fue un maravilloso ecosistema”, denunció el abogado Cruzat. “No se trata de pastizales ni matorrales; es un bosque esclerófilo, un área de tremendo valor ecológico”.
Lo destaca también Juan Luis Celis, quien participó con un equipo del Instituto de Ecología y Biodiversidad en la elaboración de un informe técnico sobre el valor biológico del ecosistema bosques del cerro Manquehue: “Los bosques que están ahí son únicos en el mundo. Toda la zona central de Chile ha sido considerada un hot spot mundial de conservación”. Sólo hay 34 sitios con esta categoría en todo el planeta.
El parque tiene dueño
Ésta es una zona de bosques esclerófilos (de hojas duras), en los que sobre el 50% de las especies son endémicas de Chile. “Algunos estiman que lo que queda en el centro de Chile es como un 7% de lo que había originalmente de bosques en esta zona”, comenta Celis. “Toda esta zona debería ser un santuario de la naturaleza. Hay pocos bosques como ésos, tan metidos dentro de la ciudad, en la Región Metropolitana”.
Pero eso “tiene dueño”, observa José Ignacio Cañas, director de Obras de Vitacura: “A todos nos gusta pasear en el Manquehue, y nadie quiere que se construya (…). Pero si está establecido en la ley que puede construir una casa, yo no estoy facultado para negársela. Que existe la Ley de Bosques, que existe la ley ambiental, que existen todas esas leyes, sí; pero que puede, puede”.
La Municipalidad de Vitacura otorgó el permiso de urbanización el 17 de marzo de 2004. La recepción del proyecto fue el 18 de mayo de 2007, apenas dos días después que el abogado Gustavo Andrés Cruzat entregara la documentación acusatoria a la Intendenta Metropolitana en su calidad de presidenta de la Corema, y a varios otros organismos.
Cañas reconoce que él es arquitecto; “no soy ni ingeniero forestal, ni agrónomo, si bien soy funcionario público, tengo que supuestamente conocerme todas las leyes, la Ley del Bosque no la manejaba como un requisito dentro de Santiago. Y, por lo tanto, no hice exigencias respecto del tratamiento de especies arbóreas, del bosque nativo”.
“Y puede que exista en la Ley de Pesca algún pirihuín específico dentro de algunos de los esteros que son de la cuenca del río Mapocho que son protegidos y ¡que yo no tengo idea!”, concluye el director de Obras de Vitacura.
Distinto piensa el abogado Cruzat: “De acuerdo a la Ley Orgánica de Municipalidades, una de las obligaciones de la Dirección de Obras (que no son muchas) es aplicar las normas ambientales relacionadas con obras de construcción y urbanización”.
Cruzat insiste en que el proyecto es “derechamente ilegal, y de acuerdo a nuestra normativa ambiental vigente, no puede talarse ni el más mínimo arbusto en los terrenos urbanizados”.
Advierte que no está solo en esto: “el SAG lo ha entendido así, también Conaf, Conama, y el mismo CDE, que ha presentado una demanda por daño ambiental en contra de los dueños del proyecto y la Municipalidad de Vitacura”.
Concluye Cruzat que el proyecto no se puede realizar porque existen normas jurídicas vigentes que lo impiden.
¡Qué lindo que era mi bosque!
El rayadito es un ave nativa que hace su nido sólo en cavidades de árboles viejos, explica Juan Luis Celis. Se le encuentra en el Parque Fray Jorge y en los bosques chilotes de la bahía de Caulin.
Increíblemente, también se lo halla en los faldeos del Manquehue. Junto a tucúqueres, lechuzas, aguiluchos, carpinteritos chicos, halcones peregrinos… “Hay una pareja que llegan a nidificar en esta zona que yo la he visto tres años”. Hasta es posible encontrar un marsupial, la yaca. Es un reducto de biodiversidad increíble.
En el informe técnico “Valor biológico del ecosistema bosques del cerro Manquehue” participó un equipo de Instituto Milenio de Ecología y Biodiversidad encabezado por el biólogo Juan Armesto y en el que colaboraron Juan Luis Celis, Iván Díaz, Daniela Manucevich, Sharon Reid y Fernanda Salinas.
El estudio concluye: “Chile central alberga aproximadamente 2.500 especies de plantas. Es decir, casi la mitad de la flora de Chile continental. De este total, aproximadamente 50% son especies exclusivas de Chile. Sólo el 2% de los bosques esclerófilos de Chile central está protegido en el sistema público de Parques y Reservas”.
A conclusiones similares sobre el valor del bosque de Lo Curro llegó otro estudio, “Amenaza inminente al bosque esclerófilo de Santiago por proyecto de urbanización”, de un grupo del Programa de Magíster en Recursos Naturales de la Universidad Católica, dirigido por el biólogo Ignacio Fernández Chicharro.