La torre Titanium se convertirá en dos semanas más en el edificio más alto de Chile

787187963_zzz.jpg(El Mercurio, 07/12/2008)

La construcción tiene hoy 136 metros y se trabaja de lunes a sábado para alcanzar los 190 metros que establece el proyecto en abril próximo, dice el arquitecto jefe del proyecto. Por Víctor Zúñiga

La torre Titanium se convertirá dentro de las próximas dos semanas en el edificio más alto de Chile, al superar los 140 metros, dejando atrás las construcciones que hasta ahora dominan en los cielos santiaguinos, como el edificio corporativo de Telefónica -140 metros, incluyendo su antena- y el Hotel Marriott, que según la Dirección de Obras de la Municipalidad de Las Condes tiene 120,5 metros construidos.

Pese al difícil momento económico mundial, esta estructura de hormigón armado, que hoy ya se empina en el piso 40, seguirá su ritmo de construcción para llegar a los 190 metros de altura y cobijar sus 52 pisos diseñados.

“Hoy estamos trabajando en el piso 40, que corresponde al nivel de los 136 metros de altura. En dos semanas más deberíamos estar en el piso 42, superando los 140 metros”, dice Andrés Weil, el arquitecto jefe del proyecto.

Consultado cuándo se terminará el edificio, Weil responde que ello debe ocurrir a mediados de 2009. “Con la obra gruesa debiéramos estar arriba en abril próximo; es decir, los 190 metros de altura y con los 52 pisos”, dijo, quedando los meses siguientes para terminaciones y equipamiento.

Sostuvo que, pese a la crisis, se sigue trabajando “a toda máquina” en la obra, en horario hábil de lunes a sábado.

Ubicación privilegiada

Más allá de la altura, Titanium ostenta una ubicación geográfica única en Santiago. “La Portada de Vitacura es un umbral natural de la ciudad, que se caracteriza por el desvío del río Mapocho, atravesando de norte a sur el estrecho paso que delimitan el parque Metropolitano (cerro San Cristóbal) y el cerro San Luis. Incluso desde la altura, el orden radial de las calles en torno al lugar puede distinguirse con claridad. Las principales vías estructurantes de la metrópoli convergen en ese punto, otorgándole una centralidad única”, explica Weil.

El arquitecto puntualiza que la construcción que existía anteriormente en el terreno se encontraba en franco deterioro, lo que motivó a las autoridades municipales a generar incentivos para su renovación, permitiendo la construcción de un edificio de gran altura. El proyecto renovará un sector estratégico de Santiago, desde donde se irradiará un renovado dinamismo urbano. “La condición emblemática de este desarrollo fue fundamental en la venta del 80% a un fondo de inversión extranjero. El 20% restante estaba previamente comprometido con inversionistas locales”, acota.

Respecto de las críticas que se han formulado por el impacto vial, el arquitecto agrega: “En este caso se han hecho todos los estudios que exige la ley, y cuenta con las aprobaciones correspondientes de parte de las autoridades de transporte. Los críticos omiten aspectos fundamentales del problema. La congestión existe en el lugar desde mucho antes que se densificaran los antiguos terrenos de la CCU. En los últimos quince años, Santiago ha más que duplicado su parque automotor y los horarios de congestión en el sector son prácticamente los mismos. Otro aspecto que desconocen es la cantidad de viajes en automóvil que se ahorran al concentrar las oficinas en ese sector. Muchos desplazamientos pueden hacerse a pie, lo que ha revitalizado las calles del barrio. Por otro lado, al acercar las oficinas del centro a los barrios que generan la mayor demanda vial, se acortan los viajes. También se omite el hecho de que el 80% de la población que trabaja en el sector no llega en automóvil”.

El nuevo inmueble cobijará a unas 5 mil a 6 mil personas, acota con mucha calma el arquitecto.

Incluso no olvida mencionar que Titanium cuenta con una tecnología antisísmica de vanguardia, al disponer de disipadores de energía sísmica, que amortiguarán los movimientos del edificio en caso de terremoto.

Más de US$ 200 millones
pagó el fondo alemán Deka Inmobilien por el 80% de la torre.

6.000
personas trabajarán en el edificio cuando entre en operaciones de manera definitiva.

Foto de: Juan Eduardo López