Construcción propone medidas pro clase media
Ejemplo es un beneficio tributario aplicado durante la Crisis Asiática.
El nuevo subsidio para viviendas de hasta 2 mil UF no es suficiente para evitar que se materialice el alto desempleo que se proyecta para 2009 en el sector construcción, de acuerdo con economistas y constructores. Se debe también apuntar a reactivar la demanda en sectores de mayores ingresos, dicen algunos actores.
Los más optimistas hablan de hasta 90 mil trabajadores afectados y los más pesimistas proyectan 150 mil desempleados el 2009, de un total de casi 600 mil empleos directos en la construcción. Desde el sector se ha criticado que el nuevo subsidio no incentivaría el empleo. Cristián Armas, gerente general de Empresas Armas, ha comentado que “la ley es buena para bajar stock, pero no genera empleo. No incentiva a ninguna empresa a que inicie proyectos grandes, porque en dos años (que rige el decreto) no se alcanza”.
Lo cierto es que algunas de las medidas aplicadas durante la Crisis Asiática están ganando adhesión en la industria. Tomás Flores, economista del instituto Libertad y Desarrollo, señala que “durante la Crisis Asiática lo que ayudó al sector fue la medida que promulgó el Presidente Eduardo Frei, que generaba un beneficio tributario por la compra de una vivienda nueva DFL2. Eso contribuyó a que la construcción ‘sacara’ el stock acumulado e iniciara obras nuevas”. Desde el gremio coinciden en los beneficios de la medida que reactiva la demanda en sectores de ingresos medios y altos, según lo ha comentado Lorenzo Constans, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
La mencionada medida, aprobada en julio de 1999, tuvo rápidos efectos. En septiembre de ese año la venta de departamentos en el Gran Santiago experimentó un incremento de 69% al liquidarse 713 unidades, según cifras que entregaba la CChC, siendo que a diciembre de 1998 apenas se vendían 350 unidades anuales.
El académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, propone incrementar el gasto fiscal en el área. “El presupuesto fiscal -con un aumento de 5,7%- que se propuso cuando el tema era la inflación es añejo. (…) Debería subir en consonancia con el superávit estructural de medio por ciento, lo que da uno probable de 9%. Esa diferencia la centraría en obras públicas y vivienda para compensar en parte la baja en la inversión privada”, dice el economista, quien agrega que “favorecería a las viviendas sociales, pues hay seguridad de que se van a hacer”, explica.
La postergación del fin a la exención del IVA es otra solicitud de la industria. “Esto evitaría el encarecimiento de las viviendas al mantenerse la estructura previa a la modificación legal”, explicó la CChC en octubre pasado, cuando planteó cinco medidas para reactivar el mercado inmobiliario, que en el tercer trimestre anotó una baja de 20,8% en el Gran Santiago.
Bajar exigencias
Una petición que se ha conocido recientemente en la industria es la de simplificar las exigencias para el otorgamiento del nuevo subsidio a la vivienda, especialmente el requisito del seguro de cesantía. “La impresión que hemos recibido de las inmobiliarias es que se trata de un seguro caro e incidente en el valor del dividendo del comprador”, aseguró hace unos días Vicente Domínguez, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios. Por su parte, algunos bancos manifestaron dificultades en la obtención de este seguro por 12 meses, pues dijeron que “en promedio se está entregando por cuatro a seis meses”.
Estudio de LyD: temor al desempleo sube nueve puntos en tres meses
El miedo que produce la crisis ya está permeando el mercado laboral. Esa es una de las conclusiones que arrojó la encuesta “Percepción del desempleo”, del instituto Libertad y Desarrollo (LyD). De las mil personas consultadas en el país, un 41% declaró que tiene un temor “alto” o “muy alto” de perder su trabajo. La cifra -del trimestre octubre-diciembre- es nueve puntos mayor que en septiembre pasado, cuando se registró un 32% de inseguridad en los trabajadores.
El temor ha subido tanto en hombres como en mujeres, pero el cambio más importante se observa en ellas. Un 45% de las encuestadas versus un 33% de los varones tiene un “alto” o “muy alto” temor quedar cesante en los próximos meses.
Esto se explica, según el economista jefe de LyD, Tomás Flores, porque el sector de servicios, que es la que más absorbe la fuerza laboral femenina, ha sido uno de los más golpeados a raíz del shock financiero, junto con la construcción. Respecto a diciembre de 2007, este índice también experimentó un alza de ocho puntos.
La investigación abordó además la duración del desempleo, y un 38% declaró que lleva más de un año sin trabajar.
A los encuestados se les preguntó si creían que encontrarían trabajo durante este año. Según el estudio, se reduce drásticamente la percepción positiva, pues si en la medición anterior un 53% confiaba en conseguir un puesto, ahora sólo un 43% lo hace.
Entre los resultados, se aprecia aún más pesimismo en regiones que en Santiago. Mientras que en la capital un 37% de los cesantes cree que encontrará trabajo, sólo un 29% en el resto del país mantiene esa confianza. Éste es el nivel más bajo registrado desde que se inició el estudio, en marzo de 2004. Además, un 63% opina que el Gobierno no ha hecho lo suficiente para combatir la desocupación.
El economista se refirió además a la ley de Semana Corrida, señalando que su implementación contribuirá a aumentar el desempleo en unas tres o cuatro décimas porque va a encarecer la mano de obra cerca de un 10%.
Foto de: Mario Múñoz