El debate: ¿Transantiago o Metro?
Dado que todas las vías empalman en la línea 1 del metro, las deficiencias del sistema se manifiestan ahí, así como también su disfunción afecta al resto de las líneas. Su congestión ha desplegado una serie de soluciones, dentro de las cuales destaca la proyección de una línea paralela. Esta nueva fijación ha alarmado a ciertos ingenieros detractores, quienes afirman que los problemas en subterra son síntomas de las deficiencias infraestructurales del Transantiago, en las cuales se debe invertir para notar cambios en la totalidad del sistema de transporte.
Esta interminable discusión introduce los criterios que debieran definir la futura intervención, donde se debe evaluar la rentabilidad en los planos tanto económicos como sociales.
Las cifras indican que este año se duplicó el número de pasajeros en el metro respecto al 2006, alcanzando cerca de 600 millones de usuarios.
Entre las posibilidades de desatochamiento, ya se ha discutido la implementación de una línea expresa bajo la actual línea 1
y también de su trazado por Avenida Santa María. En esta última opción, desde Cal y Canto hasta Lo Saldes, se evalúa su ampliación hasta La Dehesa, propuesta que ya se ha escuchado en superficie con el Tren ligero del Río, popularizada debido a los atochamientos y conflictivas resoluciones viales en el eje oriente.
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La Secretaría Interministerial de Planificación de Transporte (Sectra) ha planteado un conjunto prospectivo de 16 líneas nuevas. Dentro de las posibilidades, resalta el completar el diseño de la línea 3 que se extiende por el eje Independencia, otra por Irarrázaval e incluso se contempla una extensión hacia el norte de la línea 4. Se estudia también una ampliación de la red de línea 4-A, desde la Cisterna hasta Maipú y una rectificación del trazado de la línea 2 a través del eje San Diego. Actualmente, en la extensión de la línea 1 hacia el oriente y la línea 2 hacia Maipú, se encuentran trabajando alrededor de 7.000 personas. En tiempos de crisis, la opción de completar el plan maestro de transporte subterráneo se traduciría en beneficios, que no genera la inversión en Transantiago, dentro del plan laboral que plantea el gobierno para el próximo año.
Fuente: La Tercera
Aún así, las opiniones se han escindido debido a las condiciones macro de transporte en el interior de Santiago. Ingenieros en Transportes afirman que los recursos deben destinarse a mejorar la infraestructura de Transantiago, cuyas deficiencias son causa directa de los problemas que se generan en el subterráneo. Se cree que la solución para el metro se debe comprender a partir de la premisa de que los buses no dan abasto. De este modo, la extensión del metro implica costos muy altos que podrían ser invertidos en mejorar la deficiente infraestructura de buses y colateralmente solucionar mayores conflictos en el sistema de movilidad. Mejorar los trasbordos, sus vías y aumentar la velocidad comercial, son algunas de las necesidades inmediatas por suplir.
Será la Presidenta Bachelet quien decida, según una evaluación de rentabilidad, la siguiente línea o extensión que se construirá próximamente. La acción debe suponer un avance sustentable, por lo que los criterios para escoger un futuro proyecto de movilidad deben contemplar una estrategia que sea rentable a nivel tanto económico como social. Bajo estos términos, se debe intervenir estratégicamente en eslabones que permitan extender los beneficios y no limitarse a soluciones aisladas. La ampliación de la red de metro integra un conjunto de territorios cuyas posibilidades deben evaluarse en su capacidad de generar oportunidades de intermodalidad y completar un sistema de movilidad mayor.