Rapel huele a cerdo
En el desastre del embalse nadie apunta al fondo: quién es el culpable de emitir las sustancias nocivas que dañaron el ecosistema. Hace años la U. de Concepción ya advirtió que “el mayor impacto al Rapel sería la crianza de cerdos”. En medio de las pugnas cruzadas, la responsabilidad de Codelco estaría descartada. Agrosuper aparece como la principal sospechosa. Por Jorge Escalante y Javier Rebolledo
Uno a uno fueron cayendo los 38 mil cerdos a las gigantescas fosas comunes. Un certero mazazo en la cabeza y al hoyo. La solución final al problema porcino de la empresa Agrosuper se llevó a cabo durante varios días entre los meses de agosto y octubre. Las fosas fueron cavadas en terrenos de la empresa. Los cadáveres eran lanzados directamente a la tierra, sin ninguna protección para evitar la contaminación de las napas subterráneas.
El masivo exterminio fue denunciado a LND por dirigentes sindicales y trabajadores, encargados de la operación. Ésta se realizó en los planteles de cría y engorda que la empresa mantiene en las zonas de Maitenlahue, Corneche, La Manga y La Estrella, pertenecientes a la comuna de San Pedro, en el extremo sur de la Región Metropolitana.
El motivo se habría debido a la drástica disminución de la demanda en países como Japón y Corea. Entre julio y agosto, esta última nación detectó la presencia de dioxina en cuatro partidas de carne de porcino provenientes de Chile. Ello significó que los países compradores asiáticos suspendieran sus importaciones. Entre las partidas de carnes contaminadas con dioxina no se hallaron productos de Agrosuper.
A pesar de que la empresa se negó a responder un cuestionario enviado por LND para conocer el motivo de esta matanza y preguntas relacionadas con la contaminación del lago Rapel, el dirigente sindical de Agrotentehue (parte del holding de Agrosuper) Erasmo Correa afirma que “los cerdos se eliminaron para evitar continuar alimentándolos, faenarlos y asumir el resto de los costos asociados a su crianza”.
Los dirigentes sindicales cuestionan que esa carne en cuestión no haya sido destinada a beneficiar a sectores empobrecidos. Esto tomando en cuenta que en 2000 Agrosuper fue galardonada por la Sofofa con el Premio a la Responsabilidad Social Empresarial. La misma entidad gremial volvió a destacar en 2004 a la compañía de Gonzalo Vial como Empresa Destacada. Este segundo galardón se debió en gran medida a que Agrosuper fue la primera de Chile en comercializar bonos de carbono. En 2007 Icare le sumó un nuevo premio al destacarla en la categoría “Empresa”.
Apelando a estos pergaminos, la empresa ha negado de manera rotunda tener cualquier nivel de responsabilidad en el actual desastre ambiental del lago Rapel. Incluso estudian la posibilidad de querellarse en contra de quienes los responsabilizan de este grave daño ambiental.
El caso estalló hace pocas semanas cuando habitantes de la zona denunciaron olores pestilentes y una sobrepoblación de algas que se descomponen producto de la falta de oxigenación de las aguas, fenómeno conocido como eutrificación. Actualmente una parte considerable del lago se encuentra contaminado con la presencia de fósforo, nitrógeno y amoníaco, todos elementos químicos asociados a la crianza de cerdos. Si bien, la mayoría de las especies que viven en el lago han perecido, “el alga marina se alimenta de excremento de cerdo. De ahí que se haya reproducido tanto”, asegura el presidente de la Cámara de Turismo del lago Rapel, el ingeniero civil industrial, Erich Woywood.
Según la querella presentada por el senador por la zona PS Juan Pablo Letelier en conjunto con los empresarios turísticos, el 1 de diciembre, además “a partir del 20 de octubre de este año, en las orillas del lago Rapel apareció una densa capa sólida con una composición de materias orgánicas, fecales y otras sustancias químicas de un extraño color sanguíneo”.
Cuando estalló el desastre ecológico, los sospechosos eran varios, entre ellos Codelco. Con el pasar de los días, el cerco de posibles culpables se ha ido estrechando.
Detrás de los culpables
Hace unos años el lago Rapel amaneció con una gran cantidad de peces muertos. Producto de este fenómeno se encargó un estudio al Centro de Estudios Ambientales de la U. de Concepción, EULA. Entonces la responsabilidad de la mortandad de peces se atribuyó a los relaves de Codelco, lo que motivó a la empresa a realizar una cuantiosa inversión para reparar el daño causado. Este fenómeno no se volvió a presentar.
Pero el informe del EULA aportó un valioso antecedente. “La actividad productiva que potencialmente podría generar un mayor impacto sobre el embalse Rapel, sería la crianza de cerdos que concentra el 98,2% de la actividad productiva en la comuna de Alhué. Sin embargo, para estimar fehacientemente los posibles impactos de esta actividad se requiere de un muestreo más específico”.
Los querellantes sostienen que hasta ahora este antecedente no ha sido tomado en cuenta “y ese análisis específico nunca se ha realizado”, advierte Erich Woywood.
Para ratificar su falta de responsabilidad, el 13 de noviembre de 2008 Codelco envió un informe a la Cámara de Turismo de Rapel en la que indican que, según los muestreos de aguas de sus relaves, no presentan metales asociados a la contaminación del lago. En cambio, agregan que “los fosfatos, nitratos y amoníaco (elementos tóxicos presentes hoy en la contaminación del lago) no son parámetros característicos de la industria minera, sino típicos de otras actividades de la agricultura y la agroindustria”.
A fines de diciembre, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) puso otra cuota de sospecha sobre la principal productora de cerdos del país. Según un comunicado de prensa, se desarrolla una fiscalización especial sobre “las industrias que han presentado incumplimientos de la norma de emisión y que descargan en los afluentes al embalse Rapel ( )”. El mismo documento de la SISS agrega que, de los 17 planteles de cerdos ubicados en la cuenca que no cuentan con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) o autorización del SAG, siete corresponden a Agrosuper. Y estos últimos son, por lejos, los de mayor tamaño.
Las plantas que carecen de RCA están en la localidad de Las Cabras, los planteles El Litre, El Álamo, Rapel y Alhué. En Graneros el plantel Las Mercedes; en Rancagua, La Primavera y en Machalí, el Fundo Santa Cruz.
Histórica contaminación
El conflicto medioambiental en Agrosuper no es nuevo. La Seremi de Salud de la Región de O’Higgins ha multado a la empresa por 101 millones de pesos entre los años 2000 y 2006. Las faltas multadas incluyen “malos olores; restos orgánicos de animales enterrados en fosa profunda y vaciamiento de residuos de materia orgánica en terreno no autorizado”.
A esto se suma que las Comisiones Regionales de Medio Ambiente de las regiones Metropolitana y de O’Higgins, también han multado a la compañía por 114 millones de pesos más en el período 2005-2006. En sus plantas de cría y engorde de cerdos las multas más comunes son por “malos olores, no acredita cumplimiento de medidas de control de vectores (larvas de moscas). Derrame de riles (residuos industriales líquidos). Derrame y acopio de lodos sobre terrenos no autorizados.”. En total, Agrosuper acumuló hasta 2006 casi 220 millones de pesos, en sanciones por daños ambientales y sanitarios.
El humedal Yali, ubicado cerca de San Pedro, fue declarado territorio protegido por el Convenio de Ramsar de la Organización de Naciones Unidas.
De acuerdo a un estudio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, éste se encuentra en peligro de desaparecer.
Una de las causas identificadas por este rastreo, fue “el acopio de materia orgánica originada en los criaderos de pollo”, que contamina dos esteros que atraviesan las instalaciones de Agrosuper.
Lo que queda de El Yali es protegido por un consejo consultivo al que pertenece Agrosuper. En la sesión del 24 de agosto de 2006, los vecinos protestaron contra la compañía por la contaminación con purines (fecas de cerdo) de los dos esteros que forman parte del humedal. En respuesta, el representante de Agrosuper, Martín Landea, dijo que “debido a la alta precipitación de los últimos días, en uno de los predios se produjo un desborde de los estanques de purines”.
El hermano Río Cruces
Pero de todo esto, lo que más convoca la atención de quienes se han visto afectados con este nuevo desastre ecológico del embalse Rapel es que, más allá de múltiples muestreos de aguas del lago realizados por distintas instancias públicas y privadas, nadie apunta a desentrañar al fondo de la cuestión: quién es el o los culpables del grave daño provocado.
Los muestreos que van y vienen y de los cuales cada parte saca las conclusiones que le conviene, navegan en términos técnicos que describen lo que encuentran pero se quedan en la descripción. Nadie indaga quién provocó lo que se encontró. Cuál es el tipo de producción industrial que produce tal o cual tipo de agente químico o biológico detectado, que jamás pudo ser generado a través de un proceso natural por la vida existente en las aguas del embalse.
Para la abogada Alejandra Arriaza, patrocinante de la querella interpuesta por la Cámara de Turismo de Rapel y Juan Pablo Letelier que se encuentra en manos del fiscal de San Fernando, Néstor Gómez, “el daño ambiental producido al lago, es comparable al desastre ecológico del río Cruces en Valdivia”.
En esa oportunidad las muestras de agua contaminada tomadas al río también sumaron decenas, pero ninguna atribuyó responsables. Hasta que la autoridad medioambiental encargó al EULA el estudio para que desentrañara lo que todos querían saber: quién era el responsable del desastre. Y la investigación concluyó que fue la Empresa Celulosa Arauco, Celco que, en varias oportunidades había vaciado riles sin tratar a las aguas del Santuario Andwanter. //LND
Corea del Sur y Japón reabren exportaciones de cerdos chilenos
Dos días antes del fin de año, las autoridades de Corea del Sur reabrieron sus fronteras y levantaron la suspensión temporal a la carne de cerdo chilena en puertos coreanos. La medida ya había sido adoptada por Japón en la Navidad. Esto, después de que en agosto de 2008 una tercera detección de dioxinas encontradas en embarques de cerdos detuvo las exportaciones a Japón y Corea, desatando así una gran merma en los productores locales, entre ellos Agrosuper, que adelantó las vacaciones de 600 trabajadores de su planta faenadora de Lo Miranda. Pero además, criaderos de las regiones de O’Higgins y del Maule fueron sometidos a cuarentena desde agosto tras dar positivo a los detectores de dioxinas.