Diseñan ciudad flotante para acoger refugiados
Lilypad es un atolón anfibio, ecológico y autosuficiente previsto para recibir 50 mil habitantes, que huirán del cambio climático.
Por Grégoire Allix
Desde las Islas Maldivas al golfo de Bengala, el aumento del nivel de los océanos amenaza con privar de tierras a 250 millones de personas en el planeta durante el siglo XXI.
A esa pesadilla climática, Vincent Callebaut opone una respuesta onírica. El joven arquitecto franco-belga se ha forjado una reputación por sus proyectos ecológicos, anclados en tecnologías realistas pero que navegan en las fronteras de la ciencia ficción.
Imagínese ciudades atolones anfibias, ecológicas y autosuficientes de 50 mil habitantes, derivando sobre los océanos según los vientos y las corrientes. Bautizado Lilypad, este concepto de ecopólis flotante busca ser un arca de Noé futurista para los refugiados climáticos que vendrán. Lilypad es un concentrado de desarrollo durable. Al centro de la isla circular, una laguna de agua dulce recicla las aguas de lluvia y permite lastrar la ciudad. En su rededor se despliegan tres marinas y tres “montañas”, que albergan oficinas, tiendas y locales de diversión, pero también viviendas, vegetalizados como jardines colgantes y atendidos “por una red de calles de trazado orgánico”, explica el arquitecto. La ciudad produce más energía de la que consume (y sin emitir CO2) al combinar todas las energías renovables posibles: termosolar y fotovoltaica, eólica, hidráulica, océano-térmica, océano-motora, etc. Pero ni siquiera en ese mundo ideal se podría vivir sólo de amor y de agua fresca: las necesidades alimentarias se satisfacen gracias a “campos de acuacultura y corredores bióticos sobre y bajo el casco”.
¿Quién financia?
Madre Naturaleza obliga, la estructura de la nave se inspira en las nervaduras de la hoja del nenúfar gigante de la Amazonía, el Victoria Regina. “El doble casco está constituido de fibras de poliéster y de una capa de dióxido de titanio que permite absorber la polución atmosférica por efecto fotocatalítico”, detalla Callebaut.
¿Quién financiará semejante construcción para acoger a los refugiados del mañana? Misterio. Los candidatos todavía no se han dado a conocer. Pero otros clientes más solventes podrían morder el anzuelo: Lilypad podría servir para “expandir fuera de la costa los territorios de los países más desarrollados, como Mónaco”, precisa el arquitecto, que tuvo el cuidado de aparcar sus Lilypads virtuales frente al Principado.
Le Monde
The New York Times Syndicate