Grupos “furry”, la nueva subcultura que irrumpe en Chile
Cavalcade of Cartoon Comedy film
(La Tercera, 14/01/2009)
Comparten el fanatismo por los hombres-animales, el cuidado de la naturaleza y los cómics. La tendencia nació hace dos décadas en Estados Unidos y la primera comunidad chilena está sumando adherentes. Por Andrea Buccioni
Es mediodía y fuera del Metro Universidad Católica un grupo de veinteañeros llama la atención de la gente que pasa. Uno está disfrazado de león, con melena, cola y garras de peluche. Una chica lleva puesto un disfraz peludo de gata, con labios pintados y pelo largo. Otro tiene orejas de gato sobre la cabeza. “Que están regalando?”, pregunta una señora que cree que se trata de promotores de algún nuevo producto. Pero no están promocionando nada. Son parte de una subcultura urbana que nació en Estados Unidos y está llegando lentamente al país: la comunidad “furry”.
“Furry”, quiere decir “peludo” en inglés. Porque el denominador común que tienen los seguidores de esta tendencia es identificarse con personajes creados por ellos mismos, que son mitad humanos y mitad animales. Por ejemplo, leones, lobos o perros, que piensan, caminan, tienen valores y se enamoran. Cada miembro de la comunidad es representado por un personaje de este tipo – o fursona (la mezcla entre animal y persona) – que tiene un nombre, características propias y también una historia que muchas veces es plasmada en cómics, cuentos que escriben los mismos fanáticos o juegos de rol online.
De Norteamérica a Chile
El género furry se originó en Estados Unidos, en la década de los 80, después de la creación de un cómic cuyos personajes eran animales con características antropomórficas, llamado Albedo Anthropomorphics. De ahí en adelante, muchos personajes furry comenzaron a llegar al cine y la televisión. De hecho, se puede llegar a considerar furry caricaturas como Scooby Doo, Bugs Bunny o el Rey León, o cualquiera donde animales tengan características humanas.
Los amantes de este género se encontraron con la llegada de Internet. La comunidad chilena se llama Furry Chile y tiene 70 miembros. “Debe haber muchos más que no han encontrado la comunidad en Internet o que quizás no conocen el concepto”, explica Alexei Ahumeniy (22), un joven antofagastino que creó la comunidad virtual donde se reúnen los chilenos (http://fc.catvalley.cl). Alexei agrega que es difícil darse cuenta si por la calle va un furry, porque no se visten de una manera parecida. Y asegura que dentro del grupo hay “emos, cristianos, ateos, pokemones y góticos”.
El disfraz es opcional
Pandora (25), la chica que lleva un disfraz de gata, saca una croquera de su mochila y dibuja rápidamente una fursona, mientras cuenta que su disfraz lo hizo ella misma y que los materiales le costaron cerca de 20 mil pesos. “Lo uso cuando juego rol o para los eventos animé”, afirma esta estudiante de Paleontología.
El uso del disfraz (o fursuit) no es obligatorio. “Es caro mandar a hacer un fursuit”, dice un chico fanático de los lobos y otro agrega que “hay que tener personalidad” para usarlo. Sin embargo, en otros países hacer disfraces furry está masificado. En EE.UU., países europeos, Argentina o México, se realizan convenciones que duran días y donde se muestra arte furry, música y literatura.