Gordon y Zalaquett anuncian plan para atacar robos y drogas en Santiago
Policía aumentará su dotación y se mejorarán cámaras y luminarias. Habrá especial atención en barrios peligrosos. Por Rodrigo Silva
Un nuevo plan para combatir la delincuencia en la comuna de Santiago acordaron el alcalde Pablo Zalaquett y el general director de Carabineros, Eduardo Gordon.
En una privada reunión sostenida hace unos días concertaron la creación de planes específicos para sectores que, según los vecinos, están siendo sobrepasados por asaltos, robos y violencia, como Franklin, Meiggs y el barrio cívico, además del sector norponiente, en el que se señala que abunda el microtráfico de drogas.
El encuentro entre las autoridades tuvo lugar una semana después de que el Ministerio Público revelara que en el centro histórico aumentaron los delitos asociados al comercio ilegal y que, por ejemplo, las detenciones por receptación de especies crecieron un 625% entre 2007 y 2008.
Según Zalaquett, Carabineros se comprometió a incrementar su dotación en la comuna durante los próximos cuatro años. Este viernes, el edil se reunirá con las autoridades policiales para determinar cuántos efectivos se agregarán.
El municipio evalúa contratar a carabineros en retiro para que asuman tareas administrativas y así liberen a los efectivos de labores burocráticas para que se agreguen al patrullaje de calles.
Además, se planea invertir al menos 1.500 millones de pesos anualmente hasta 2013, principalmente para mejorar la iluminación de calles y plazas, y reemplazar las 40 cámaras de vigilancia de la comuna, ya que la mayoría está obsoleta. Se comprarán otras que giran en 360º y que graban en formato digital todo lo que registran, para así servir como medio de prueba cuando la justicia lo requiera.
En la reunión se concluyó también que es vital recuperar los espacios públicos, como los parques Portales y Diego de Almagro, que durante las tardes, y principalmente de noche, son dominados por los delincuentes.
Carabineros le pidió al municipio que endurezca el control de los comerciantes ambulantes. Al respecto, el alcalde afirmó que “vamos a restringir al máximo los permisos”.
Respecto de la idea del concejal Jorge Alessandri de proponer una modificación legal que permita que los guardias municipales puedan portar armas de fuego, Zalaquett fue tajante: “No puedo apoyarlo, porque la comunidad me pasaría la cuenta por algo en lo que no tengo ninguna facultad (…) El general (Gordon) quiere que los apoyemos, pero que no juguemos a ser policías”.
Los viejos proyectos
El alcalde Jaime Ravinet, quien estuvo al mando del municipio desde 1992 hasta 2000, inauguró las primeras cámaras de seguridad en el centro de la comuna y además desarrolló un trabajo coordinado, de carácter preventivo, entre los vecinos y la policía.
En esos años, el principal problema eran los lanzazos en las calles del centro.
El fenómeno disminuyó, pero aumentaron los robos en las galerías comerciales.
Durante la administración de Joaquín Lavín (2001-2004) se estrenaron novedosas medidas que pretendían incrementar la seguridad en la comuna, como las casetas en los barrios (con guardias que observaban y rendían informes sobre lo que ocurría en cada sector), los botones de pánico y las torres de vigilancia en los paseos peatonales; fono recompensa (que consistía en el pago de dinero a quien entregara pistas valiosas para desbaratar, por ejemplo, bandas de asaltantes) y alarmas vecinales a las que respondían los equipos de seguridad ciudadana o carabineros.
También se creó el consejo comunal de seguridad, en donde participan las juntas de vecinos con el municipio y la policía.
No obstante, Raúl Alcaíno (2004-2008) eliminó varias de las iniciativas de Lavín, bajo la premisa de que la seguridad era un tema de exclusiva responsabilidad de Carabineros.
Aún así, renovó vehículos de seguridad, algunas cámaras de vigilancia y comenzaron las multas a quienes compran artículos en el comercio ambulante.