Ciudad Parque Bicentenario: 4 inmobiliarias, ahora sí… [o el gran favor de la crisis]
El proyecto Ciudad Parque Bicentenario ha sido motivo de noticia y debate numerosas veces en los últimos meses, tanto por su modelo de gestión, su relación con el mundo privado, su importancia simbólica como símbolo del bicentenario, y hasta por un concurso para ponerle nombre al parque. Lo último que habíamos escuchado de él, decía relación con un aparente fracaso, debido a que a pesar de que 33 inmobiliarias habían retirado las bases para la licitación, ésta se declaró desierta y ninguno de los 5 macrolotes fueron adjudicados. Pero el contexto económico ha cambiado, y la suerte del proyecto también. Revisemos un poco de qué se trata.
Como muchos saben, Ciudad Parque Bicentenario es un proyecto urbano que pretende dar forma e incorporar como parte de la ciudad a los terrenos donde históricamente funcionó el aeropuerto de Cerrillos, con una privilegiada ubicación respecto al centro de Santiago, en el marco del proyecto Anillo Interior. Se trata de 12.000 viviendas alrededor de un gran parque, siendo la construcción de éste financiada por el Estado, y ya habiéndose entregado 10 de las 50 hectáreas que este poseerá. El resto del terreno se divide en 5 macrolotes a licitarse entre inmobiliarias privadas; precisamente en esta etapa del proceso es que hace algunos meses dábamos las noticia de que la licitación había sido declarado desierta, con lo que el futuro de la Ciudad Parque (o el Parque sin Ciudad como algunos dijeron) empezaba a tener cara de signo de interrogación. Fracaso que se atribuyó a las condiciones que el Estado estaba poniendo versus los riesgos a los que se enfrentaban los inmobiliarios ante un proyecto con integración social y un modelo de gestión inédito en el país.
Como decíamos al principio, la situación cambió: ahora sí, los inmobiliarios están interesados. A través de una licitación privada, cuatro inmobiliarias [Paz Corp, Transex, Nobleza y Conavicoop] presentaron ofertas para construir viviendas en la Ciudad Parque. Pero, ¿qué cambió?
Básicamente, llegó la crisis. Seguramente las condiciones de la licitación, al ser privada, cambiaron también, otorgando más garantías a las inmobiliarias, y representando para estos un riesgo menor invertir en el proyecto estatal que en un proyecto inmobiliario cualquiera. Y es que en el mundo inmobiliario la crisis ya llegó,
dicen algunos, y las cifras parecen confirmarlo; el cuarto trimestre del 2008 se incorporaron sólo 24 proyectos inmobiliarios, y en el mismo período durante la Crisis asiática, el mínimo fueron 29. Ouch.
Sí, llegó la crisis, y nada más cobijador ante la crisis que mirar al Estado. Es en períodos de crisis donde el Estado [papi-o-mami-estado]
se vuelve un empleador importantísimo, entre otros, en el mercado inmobiliario. Para el año 2002, tras los coletazos de la crisis, el 80% de lo construido, fue vivienda con subsidio [1]; hace unos días, escuchaba a un analítico en televisión declarando la gran ayuda que puede significar para la imagen del actual gobierno, enfrentar una crisis en su último año, ya que es en estas cuando el Estado juega un rol visible. En este contexto, el Estado deje de ser tal vez criticado por su rol inmobiliario en el Portal, y sea, más bien, enormemente agradecido por abrir posibilidades de acción, al menos por 4 inmobiliarias. Pronóstico feliz. Quizás mucho.
[1] Orellana, Arturo; las dos caras del éxito de la política de vivienda en Chile: ¿Una cuestión de gobernabilidad Metropolitana?
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