Transantiago: Zona G empieza a dejar atrás sus peores tiempos

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(La Nación, 14/02/2009)

Hace un mes “funcionaba” con apenas un tercio de la flota y los pasajeros esperaban hasta 40 minutos por locomoción. Gobierno caducó el contrato y la administración entrante renovará todas las máquinas para atender las comunas de La Cisterna, La Pintana, San Ramón, San Bernardo y El Bosque. Por Antonio Valencia

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  • La Zona G, una de las zonas más populosas de la capital con 800 mil habitantes que transportar, supieron como pocos del mal servicio de Transantiago durante dos años.

    Micros enchuladas, con una tasa de fallas cercana al 25% unido al inadecuado diseño de recorridos y una gestión empresarial deficiente, hicieron que junto al Troncal 3 y la Zona B, ocupara el podio de las peores del sistema.

    Primero en manos del ex dirigente microbusero Manuel Navarrete, quien ante los números rojos de su gestión se vio obligado a vender sus unidades de negocio, pero el comprador -Jorge Gómez, que manejaba de mejor forma otras zonas alimentadoras, y adquirió las zonas G, B y el Troncal 3-, tampoco logró hacer remontar el servicio en el populoso sector sur.

    Por lo mismo, en septiembre de 2008 el Gobierno decidió caducar el contrato de la Zona G y llamar a una nueva licitación que sólo se resolvió en enero pasado, siendo la empresa Transaraucarias -firma calificada como una de las más eficientes en su operación de la vecina Zona H-, la que asumió el desafío y la obligación de levantar el servicio local en las comunas La Cisterna, La Pintana, San Ramón, San Bernardo y El Bosque.

    MAL PANORAMA

    Hace una semana fueron presentados parte de los primeros 78 buses cero kilómetro que paulatinamente comenzaron a reemplazar a las viejas enchuladas, y este viernes la nueva empresa debutó oficialmente poniendo en las calles 61 máquinas que se unieron a la insuficiente flota de 74 micros heredadas del anterior dueño. Hoy sumarán quince buses más.

    En la ceremonia de corte de cinta efectuada ayer en uno de los terminales de La Pintana, ejecutivos de Transaraucarias entregaron algunos datos que grafican la crisis por la que pasaba la anterior gestión: la Zona G llegó a operar con menos de un tercio de la flota comprometida, es decir con alrededor de 74 micros de las 239 que le impone el plan operacional.

    “Y de esas 74, por fallas circulaban unas 54 para atender 22 recorridos”, ejemplificaron en la nueva administración. Por ello, los tiempos de espera en paraderos, completan, llegaban a superar “los 30 a 40 minutos” y la evasión llegaba a alcanzar al 40% en las poblaciones El Castillo y Santo Tomás, narran.

    Desde ayer operan con 135 buses y entre marzo y abril llegarán otras 120. En junio toda la flota estará integrada por máquinas cero kilómetro.

    En total, Transaraucarias invertirá en la Zona G unos 38 millones de dólares en buses y adicionalmente costearán una planilla de 827 choferes con sueldos promedio de “630 mil pesos brutos”, afirman.