Retrasos en la Construcción de Infraestructura Educacional y la Burocracia Chilena.

ALUMNOS SIN ESCUELA

Como chilenos estamos acostumbrados a los trámites, a las demoras, a los inconvenientes o apuros de último minuto. Estas demoras y problemas se producen por la falta de coordinación entre distintas instituciones de gobierno y los municipios, gestiones que retrasan el buen proceso de un proyecto o que simplemente lo diluyen. Algo similar ocurrió en 527 de los 1700 proyectos de mejoramiento en la infraestructura escolar en todo Chile, escuelas que aún no comienzan las obras que debían realizarse durante las vacaciones del verano.

Sin duda lo lógico en la infraestructura escolar es construir mientras los alumnos no están, o sea en los meses de verano, en donde tienen casi 3 meses para hacer reparaciones o comenzar la obra gruesa, para al menos dejar bastante avanzada la etapa que más movimiento y ruido genera. Por esto mismo el Ministerio de educación entregó los recursos para que 1700 escuelas realizaran reparaciones, reposiciones o ampliaciones de sus recintos, sin embargo los alcaldes alegan que para el 20 de Febrero aún no contaban con los recursos como tampoco con los permisos necesarios para comenzar las faenas. De entre todas la más atrasada es la comuna de Ovalle, comuna que tiene 19 contratos para colegios, contratos que aún no se han adjudicados.

¿Por que?, además de las excusas de que el dinero les llegó tarde o que los proyectos aún no tenían permisos, están las excusas políticas por cambio de alcalde, los que al revisar los manejos de su antecesor, han retrasado toda actividad en los últimos meses del año.

Sin embargo la infraestructura educacional no deja de ser un ejemplo más del entrampe que sufre cualquier proyecto en los municipios, ya sea por problemas de coordinación con entidades superiores o dentro de la misma entidad.

En otro sentido la burocracia de las instituciones chilenas, presentan bastantes aspectos negativos al momento de desarrollar proyectos, ya que se asignan montos anuales para realizar un tipo de obra, obra que si dilata su construcción o muta en el tiempo, puede perder la plata que se le asignó. El dinero en el caso de grandes proyectos patrocinados por ministerios u otras instituciones vuelve a las arcas nacionales y es reasignado a cualquier otro proyecto del país. Este modo de gestionar proyectos hace imposible que se replanteen, se sumen proyectos o se sustituyan por una alternativa mejor aunque fuese más económica o integradora.