Los parques enrejados aseguran protección, pero provocan el rechazo de los urbanistas

652240213_zzz(El Mercurio, 19/03/2009)

Las principales áreas verdes urbanas de Santiago cierran sus puertas de noche para evitar destrozos o robos a transeúntes. Por Equipo Crónica

Dos posiciones contrarias han surgido a raíz de la posibilidad de que el tradicional Parque Forestal sea enrejado para prevenir robos y desórdenes, sobre todo durante la noche.

Autoridades metropolitanas y alcaldes administran las 20 principales áreas verdes de la región con cierres perimetrales y accesos sujetos a horarios fijos que mantienen los recintos clausurados durante las noches, básicamente para evitar daños a los espacios públicos y que éstos se transformen en guaridas de delincuentes.

Si bien reconocen que estas medidas no son ciento por ciento infalibles, afirman que han ayudado a mantener en buen estado los parques.

Teresa Rey, directora del Parque Metropolitano de Santiago, organismo que administra a otras 15 áreas verdes urbanas en la región, explicó que estos recintos (como el André Jarlan, de Pedro Aguirre Cerda, o el Violeta Parra, de Lo Espejo) partieron con cierres perimetrales y aún así sufrieron destrozos, pero con el tiempo la gente ha aprendido a cuidar sus espacios. Los cercos persisten, pero Rey afirma que la idea es ir retirándolos paulatinamente y, al mismo tiempo, sumar guardias en terreno.

Luis Montt, alcalde de La Reina -una de las comunas que comparte el intercomunal Alberto Hurtado-, sostiene que “si hay problemas de seguridad, el parque cerrado es una buena idea, porque así los vecinos pueden disfrutar del recinto”.

Según el alcalde de San Joaquín, Sergio Echeverría, “no hay discusión: los parques tienen que tener rejas, guardias y cámaras de seguridad”.

Diseños de calidad

La idea es rechazada por arquitectos y urbanistas. Coinciden que no ayuda a bajar la delincuencia en esos espacios.

Al presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano del Colegio de Arquitectos, Julio Alegría, no le parece que “el enrejamiento para la ciudad sea la solución. Los ciudadanos estamos encerrados y los ladrones andan sueltos. A lo mejor los delitos adentro son más violentos porque la gente no tiene a dónde huir”.

Luis Eduardo Bresciani, jefe de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda, asevera que “los parques cerrados pueden terminar siendo seguros en su interior, pero lo que hacen en realidad es trasladar la inseguridad a los bordes externos. Las dos grandes soluciones son diseños de calidad y buenos espacios públicos”.

“Este tema no se resuelve con rejas; hay que volver a confiar en la sociedad”, afirmó Germán Del Sol, Premio Nacional de Arquitectura 2006.

Una postura más conciliadora tiene el alcalde de Las Condes, Francisco De la Maza. “En estos casos son los vecinos los que, a través de una encuesta o una consulta ciudadana, debieran decidir si quieren enrejar un parque”.

Zalaquett se da plazo de 3 meses para devolver seguridad al parque Forestal

El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, acordó, en una reunión privada con 40 vecinos del Parque Forestal, aumentar la vigilancia de Carabineros y la fiscalización municipal en el sector que rodea al museo de Bellas Artes, para solucionar los problemas de seguridad y desórdenes. Según los residentes, el municipio y Carabineros, éstos son causados por las ferias callejeras que se instalan los fines de semana en el parque -en las que transitan cerca de 2.500 personas-; por el consumo de alcohol y drogas por parte de jóvenes, y por los espectáculos callejeros que no cuentan con los permisos municipales. “Me doy un plazo de dos a tres meses para devolver la seguridad al sector, porque los vecinos están desesperados”, afirmó Zalaquett. De lo contrario, el edil analizará enrejar el parque Forestal. “Voy a hacer todo por evitar el enrejamiento, pero la prioridad es la seguridad de los vecinos”, dijo.

Parque O’Higgins como futuro modelo

A diferencia de la mayoría de las áreas verdes urbanas de la Región Metropolitana, el Parque O’Higgins es objeto de un plan de remodelación profunda, que partió en la administración del ex alcalde de Santiago Raúl Alcaíno y que el actual edil, Pablo Zalaquett, se comprometió a continuar.

Consiste en la renovación de las áreas verdes alrededor de la elipse (obra ya concluida), un parque recreativo (en desarrollo) y la apertura de accesos más amplios al recinto, sin los actuales muros y rejas.

La empresa a cargo del diseño es Sasaki, la misma que a comienzos de los 80 rediseñó el Central Park de Nueva York, cuando éste estaba dominado por la delincuencia.

Se ampliaron los accesos, se quitaron los cercos, se aumentaron la iluminación y el personal en terreno. Gracias a estas medidas los neoyorquinos volvieron a disfrutar masivamente del principal pulmón de la ciudad

Algo similar se busca en el Parque O’Higgins, que actualmente es cerrado de noche.

160 mil personas, en promedio, se ven beneficiadas en Santiago con cada una de las 15 áreas verdes urbanas administradas por el Parque Metropolitano.

La asistencia es muy variable, y baja durante la semana, pero aumenta cuatro o cinco veces los sábados y domingos.

 

 

“El hecho de que los espacios públicos sean tomados por la delincuencia no es razón para que dejen de ser espacios de uso público”.

JULIO ALEGRÍA
COLEGIO DE ARQUITECTOS

“Por supuesto que en la noche disminuye la delincuencia en un parque cerrado. Lamentablemente, el problema a veces persiste de día”.

LUIS MONTT
ALCALDE DE LA REINA