Más de 200 industrias de Santiago encargan gas natural
(La Nación, 15/05/2009)
Mientras algunas empresas plantean reparos a la nueva exigencia antidiésel para bajar el esmog, otras se anticiparon y ya firmaron contratos con Metrogas. Por Antonio Valencia
Dos caras está mostrando la industria ante la perentoria exigencia del Gobierno para reconvertir sus procesos desde el diésel al gas natural (GNL) a partir de agosto, a riesgo de ser multadas en 500 UTM o incluso revocadas. Mientras una parte muestra reparos respecto de la obligatoriedad de la medida anti esmog, otras compañías anticiparon el escenario y ya firmaron contratos para la compra de GNL.
“Hoy tenemos contratos firmados con cerca de 200 industrias para que el 95% de ellas comiencen a abastecerse de gas a fines de julio, y con total seguridad desde octubre”, explica el subgerente de clientes industriales de Metrogas, Iván Duarte, empresa socia de la planta de GNL de Quintero que, a partir de agosto, está en capacidad de igualar el volumen de gas que Chile importaba hasta que comenzaron los cortes entre 2004 y 2005. La exigencia para reconvertir los procesos desde el diesel al GNL no asoma antojadiza, según apuntó la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, sino que responde a que el permiso para quemar diésel en los últimos años se debió exclusivamente al corte del suministro desde Argentina que dejó sin la alternativa limpia al sector.
Duarte, en tanto, explica que el costo del hidrocarburo no constituye una traba para reconvertirse. “Los precios del GNL son bastante convenientes y, por política de la empresa, Metrogas tiene como parámetro ser el combustible industrial más barato. Semana a semana analizamos cuáles son los combustibles más baratos, y en función de eso fijamos nuestro precio en 10% más barato que el combustible en competencia”, afirma el ejecutivo.
La ganancia ambiental del gas es clara. “Los combustibles fósiles (diésel) emiten entre siete y ocho veces más CO2 que el GNL”, dice la experta del DUOC, Margarita Peña. El Gobierno espera volver a los menores niveles de esmog industrial de 2000 a 2005.
Foto de Fernanda Silva.