Variables ambientales y tributarias del proyecto minero Pascua Lama
(La Tercera, 15/05/09)
Editorial
Es preciso, con todo, que los detalles del acuerdo tributario con Argentina se conozcan a la brevedad, para que se evalúen las definiciones realizadas, a fin de evitar confusiones y conflictos en el futuro.
Hace una semana la minera canadiense Barrick Gold anunció que dará inicio este año a las faenas en el yacimiento de oro de Pascua Lama, en la provincia de Huasco, tras más de una década de estudios. La relevancia del proyecto es considerable y, en varios aspectos, emblemática.
Por ejemplo, será la primera explotación minera binacional en el mundo, pues una quinta parte del yacimiento está en territorio argentino, lo que supone complejidades de orden tributario y normativo que hasta hace muy poco mantenían congelada la iniciativa; además, la magnitud y naturaleza de las obras comportan un impacto ambiental considerable que también requirió retrasar el proyecto para poder ajustarlo a las exigencias de la institucionalidad en esta materia (asunto de gran dificultad técnica, entre otras variables, por la presencia de glaciares en la zona).
Por otra parte, será la primera faena inaugurada bajo el Tratado de Complementación Minera firmado en 1997 por Chile y Argentina, y la tercera en importancia que se desarrollará en el país -detrás de la ampliación de la división Andina de Codelco y Minera Escondida-, con una inversión que ronda los US$ 3.000 millones. Se estima que producirá anualmente cerca de 800 mil onzas de oro y 35 millones de onzas de plata -en los primeros cinco años del cuarto de siglo que durará su vida útil-, con reservas de 18 y 718 millones de onzas de oro y plata, respectivamente.
El impacto ambiental de Pascua Lama ha significado un desafío para las instituciones encargadas de dimensionarlo y confrontarlo con la legislación vigente. Así, el primer estudio que fue aprobado por la Conama en 2000 generó fuertes cuestionamientos, pues aceptaba la propuesta de la empresa de trasladar los glaciares para permitir la explotación de la mina. Seis años más tarde, y sólo con la prohibición de remover dichos glaciares, la Corema de la III Región dio el visto bueno al proyecto, agregando la exigencia de monitorear los cursos de agua susceptibles de ser contaminados. Si bien está pendiente la aprobación de dos permisos que dependen de la Dirección General de Aguas, todo indica que ello no sería una traba adicional al inicio de las obras.
En este sentido, la polémica que ha rodeado a Pascua Lama ha sido positiva, pues la consecuencia ha sido un proyecto en el que se ha analizado la variable ambiental en forma acuciosa con miras a superar las dudas iniciales. Desde luego, tanto las instituciones medioambientales, como la empresa y la opinión pública, han de velar de aquí en adelante por verificar que las medidas adoptadas sean, en efecto, las más adecuadas para minimizar el daño ecológico y, si es así, de que son implementadas con rigurosidad.
La otra dimensión que ha retrasado el proyecto ha sido la definición del régimen tributario para Chile y Argentina. Aquí hay que recalcar que lo que justifica para un país una inversión extranjera es el retorno que ésta generará vía impuestos, por lo que una resolución satisfactoria de esta materia era indispensable para la viabilidad del proyecto minero. Aún no son públicos los detalles del acuerdo tributario final, pero autoridades de ambos países han dado por superadas las principales diferencias, como también quedaron atrás en las últimas semanas las relativas a los servicios transfronterizos.
Es preciso, con todo, que dichos detalles se conozcan a la brevedad, para que se evalúen las definiciones realizadas de forma de evitar confusiones y eventuales conflictos en el futuro. Situaciones análogas, como los desencuentros a propósito del protocolo del gas acordado con Argentina y los costos que han generado a la economía nacional, deben servir de antecedentes.
La importancia del proyecto Pascua Lama y la señal que significa desde el punto de vista de la actividad económica ameritan la pronta resolución de los temas pendientes