Cartas -Pabellón de Chile en Shanghai
(El Mercurio, 17/05/2009)
Señor Director:
Creo que a falta de concurso, fue buena idea elegir como arquitecto del Pabellón de Chile en Shanghai a Juan Sabbagh.
Pero como la buena arquitectura no está en la apariencia del edificio, sino en su significado, la idea de llenarlo de representaciones pintorescas de Chile, como el iceberg que pusieron en el Pabellón de Chile en Sevilla, el moái que llevarán a París contradice la capacidad de síntesis y de abstracción que tiene nuestra cultura desde hace más de seis mil años (y que se admira por ejemplo, en las momias de Chinchorro, en las insignias líticas mapuches, o en la poesía contemporánea), y que es uno de los mejores aportes culturales que Chile puede hacer al mundo globalizado que necesita procesar cada vez más información.
Creo que la arquitectura chilena es capaz de crear en Shanghai un espacio sugerente para sus visitas. Un cierto “vacío de cosas”, que cada una llene con sus propias experiencias, y les permita simpatizar con Chile. Porque entre tanto pabellón no les ofrece curvas, como se dice. Ni los atractivos folclóricos que hacen tan evidente que las ferias son sólo una operación de marketing. Sino, en cambio, un espacio donde cada una de las visitas interviene con su imaginación.
GERMÁN DEL SOL
Arquitecto, Premio Nacional 2006