Señalética en calles y carreteras
(La Nación. 19/05/09)
POP ART
Ella sabía orientarse por General Velásquez, pero Vialidad le cambió el nombre y nunca comunicó tal cambio, no puso letreros ni le importó.Por Martín Huerta.
Vemos en nuestra precaria televisión el enojo de las autoridades cuando se nos muestra a camioneros y automovilistas poniendo marcha atrás sus vehículos para salir de una carretera. Ciertamente una acción temeraria, peligrosa, y que pone en riesgo a otros conductores que corren como “los diablos” y no alcanzan a frenar ni a hacer “el quite” al otro infractor.
Todo es verdad. Y por tanto se los multa. Pero siento que a quienes se debe multar o encarcelar sería a los del Ministerio de Obras Públicas. ¿A la autoridad? ¡Claro poh! Esto de poner marcha atrás a un vehículo para salir de una carretera es por la pésima o nula señalización en las calles y carreteras de Shile. Y parece comprensible que un conductor que haya pasado de largo ante una salida mal señalizada, tardíamente señalizada o simplemente no señalizada, lo haga, porque tampoco tiene certeza de cuántos kilómetros más adelante podrá devolverse para ahora perderse esta vuelta. Además del maldito pitito de los tag y las barreras de peaje, tener que pagar por un servicio que nunca deseó ni le sirve. Se saca, entonces, una batería de improperios en contra del Gobierno y del Ministerio de Obras Públicas que no exigen ni controlan.
Éste es el mal sistema neoliberal de economía que crece en Shile siempre a favor de los grandes empresarios y las transnacionales, que son dueños de nuestras calles, caminos y carreteras y les importa un carajo si el ciudadano que está obligado a transitar pagando por lo que le pertenece, llegue sano y salvo a su destino. Lo que les importa es recibir el pago.
Salir de Santiago y enhebrar con la Autopista del Sol es una tarea de Hércules. Se entra a ella por calles con cero señalización y se llega (si es que se llega) por obra del buen azar o la ayuda de los muchachos de las bombas de bencina que te informan, a cambio de unas moneítas. Y así en todo Shile… si existe algún letrero está a metros de tomar una buena decisión, si no existe nos pasaremos sin remedio y estaremos próximos a cometer algún descriterio.
Una amiga que iba feliz a un retiro espiritual en Peñaflor salió de noche y perdió el rumbo en los vericuetos cercanos a Estación Central. Ella sabía orientarse por General Velásquez, pero Vialidad le cambió el nombre y nunca comunicó tal cambio, no puso letreros ni le importó. Esa avenida ahora es Padre Hurtado. ¡Y se perdió nomás! Luego de minutos que le parecieron días y con la certeza de que podía ser asaltada, se echó a llorar sobre el volante de su auto, llamó a su hermana y decidieron que debía volver a casa.
La pregunta es: ¿quién se hace cargo de tantas molestias? ¿Por qué el MOP cuando adjudica las concesiones no obliga por contrato, sujeto a multas, a que haya una eficiente señalética? ¿Por qué tan permisivos con los extranjeros? ¿Por qué tan drásticos con los usuarios?
En Shile se castiga como delito lo que es desgracia…
