Pobres reprueban ambientalmente a políticos
(La Nacion, 21/05/2009)
En el ranking del origen de la contaminación en la capital, ocho de cada diez sitúan como responsables la locomoción colectiva, las empresas químicas, las empresas mineras y los automovilistas, entre otros.
Un 69% de la población pobre de Santiago piensa que “para los políticos los problemas medioambientales no son importantes”, cifra que creció un 5,3% respecto de 2007, de acuerdo al estudio realizado por sexto año consecutivo por la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Silva Henríquez.
El informe “Percepción de la población pobre de Santiago sobre medio ambiente en Chile 2008” detalla además que la población vulnerable “reprueba” la gestión medioambiental de “partidos políticos, Ministerio de Transportes, empresas, senadores, diputados y Ministerio de Obras Públicas, de manera similar a los estudios de los años 2003 a 2007”.
En el ranking del origen de la contaminación en la capital, ocho de cada diez sitúan como responsables la locomoción colectiva, las empresas químicas, las empresas mineras y los automovilistas, entre otros.
En otro punto, un 61,6% de los entrevistados no comparte la idea de que “la labor que desarrolla el Estado en mejoramiento de la contaminación es suficiente”, proporción 11,6% menor a 2007.
El 55,7%, en tanto, opinó que “el crecimiento y el desarrollo de la ciudad sí dañan el medio ambiente”, cifra más benévola que otros años, siendo 14,1% menor en relación al 2006.
Respecto de la industria, la población pobre consultada en noviembre de cada año mantiene una visión crítica, pero con leve tendencia a la baja: el 57,8% está en desacuerdo con que “las empresas actúan responsablemente para evitar contaminar el medio ambiente”, esto es 9,2% menos que 2007.
Marcelo Yáñez, investigador a cargo del sondeo realizado en Estación Central, Pedro Aguirre Cerda, Independencia, La Granja, Lo Prado, Puente Alto, Quilicura y San Bernardo, sostiene que si bien “la percepción global de la contaminación sigue siendo negativa, hay señales que indican una tendencia a ser más benignas, por ejemplo en que mejora la labor del Estado y bajan los niveles de discriminación “ambiental” entre ricos y pobres”, sostiene.
Yáñez puntualizó que los consultados consideran que la contaminación “en Santiago y en sus propios barrios ha empeorado”, en tanto el ranking de “contaminadores” aparecen “los automóviles, las propias personas y el transporte público”, acota.