Lugar de la tragedia de las alumnas del Cumbre será un sitio de oración

(El Mercurio, 24/05/2009)

1012187374_foto_sitio_de_oracion.jpgEn agosto, a un año del fatal accidente, se inaugurará el memorial. Rodrigo Contreras, arquitecto y papá de Elisa, dice: “vivimos con ella cada día”. Por Mauricio Silva

ARICA.- La Virgen María cobija en su manto a las niñas del Colegio Cumbres que fallecieron el 29 de agosto de 2008 al volcar el bus en el que regresaban de visitar el lago Chungará.

Esa es la imagen que, poco a poco, se materializa en hormigón a la altura del mismo kilómetro 135 de la ruta 11 Ch donde se desató la tragedia, 50 metros ladera abajo. Se forja con pilares de 3 a 4 metros de alto, fraguados allí a cuatro mil metros de altitud y con piedras blancas del Taapaca, el volcán que domina el valle de Putre.

La obra, que lleva a cabo una constructora de Arica, responde a la iniciativa de las familias de las niñas fallecidas de levantar allí el “Memorial de los Nueve Ángeles”, dedicado a la Virgen María.

El diseño corresponde al arquitecto Rodrigo Contreras, quien es padre de Elisa (16), una de las víctimas de la tragedia. La idea se plasmó tras conversar con una de las sobrevivientes.

“Una de las niñitas que quedó herida nos contó, dos días después del funeral, que había sentido o percibido a la Virgen bajar del cielo, envolver a las niñitas muertas con su manto y llevarlas al cielo. Esto, a minutos de ocurrido el accidente”, relató.

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  • Escuchar esto le dejó una profunda inquietud de que algo había que hacer en el lugar. Antes de un mes, despertó con la imagen de lo que quería: representar esa misma situación, la Virgen que envuelve con su manto a las niñas.

    Presentó la idea primero a su esposa y a dos sacerdotes del Colegio Cumbres. Tras viajar al lugar para comprobar que lo proyectado era compatible con la topografía, lo discutió con las otras ocho familias afectadas. Todas estuvieron de acuerdo en transformar el sitio de la tragedia en un lugar de oración.

    “Sólo aporté la idea, y como soy arquitecto, desarrollé el proyecto. A partir de entonces, ha sido un trabajo de las nueve familias. Somos unidos y nos juntamos regularmente”, explicó.

    Contreras también se refirió a su relación con Elisa, la hija fallecida. “No tengo nada pendiente con ella. Sé que está en el cielo. No la mantengo como recuerdo, vivimos con ella cada día. Es otra manera de estar con ella. Está presente. Sin lugar a dudas”, expresó.

    Espontaneidad

    Los viajeros ya han convertido el lugar en un sitio de recogimiento. A una cruz erigida en noviembre por padres misioneros se sumó otra, espontánea. Los viajeros cuelgan en ellas flores de papel y escritos de notable coincidencia con el sentido del memorial en construcción. Cada camión que pasa por el lugar saluda con un bocinazo.

    El kilómetro 135, eso sí, sigue siendo un lugar de riesgo. El pasado 2 de febrero hubo otro volcamiento, que dejó un lesionado. Dos meses antes de la tragedia, ya hubo un muerto. Al fondo de la quebrada aún están los restos de un vehículo y varias animitas bordean la berma.

    Los 200 kilómetros de la ruta 11 Ch son repavimentados por tramos. Aún no parte su rediseño, para suavizar sus curvas. Mientras tanto, a la del km 135 se le agregaron señaléticas.

    Marcelo Muñoz, de la constructora a cargo del memorial, siente que en el lugar se respira tranquilidad. Dos veces, al bajar a Arica por la sinuosa carretera, se ha visto a punto de chocar con camiones bolivianos. Pero siente que un “ángel” lo protege.

    El 15 de julio, el memorial estará prácticamente listo, pese al frío y la puna. Será inaugurado en un discreto acto el 29 de agosto, a un año de la tragedia.