Macroscopio de la biodiversidad
Usuarios de todo el planeta aportarán sus observaciones para crear una gigantesca base de datos planetaria con la ayuda de internet para ayudar a preservar la vida en la Tierra.
Científicos de todo el mundo lanzaron ayer un proyecto para crear un observatorio macroscópico de la biodiversidad combinando redes sociales de internet y observaciones del público.
El proyecto, que iniciará oficialmente su implementación durante la conferencia e-Biosphere sobre la informática de la biodiversidad que empezó ayer en Londres, podría estar funcionando a pleno rendimiento en una década.
Pero los organizadores de la conferencia y el proyecto señalaron que muchos de los elementos necesarios ya están en marcha y sólo necesitan ser conectados, por lo que el inicio del observatorio macroscópico de la biodiversidad podría producirse en pocos meses.
James Edwards, el organizador de la conferencia y director ejecutivo de la Enciclopedia de la Vida del Instituto Smithsoniano, dijo que “solamente necesitamos conectar bases de datos. Y contamos con sofisticadas herramientas informáticas para hacer eso posible, por lo que el sistema podría empezar a funcionar en meses”.
Edwards explicó que el proyecto es crear “un observatorio virtual de la biodiversidad mundial en el que observaciones medioambientales, datos de ejemplares y resultados experimentales pueden ser efectuados en cualquier nivel de la biodiversidad, desde genes a ecosistemas”.
Por ejemplo, cualquier usuario (y el sistema será gratuito y abierto a todo el mundo) podrá acceder a través de internet a una imagen de satélite y obtener información detallada desde las especies de árboles presentes hasta los insectos que habitan en ese ecosistema o datos sobre el ADN de los microbios que viven en los insectos.
Otro ejemplo ofrecido por los científicos sobre el funcionamiento del observatorio sería el de un individuo que encuentra un insecto en su jardín.
El sistema ayudaría a identificar el insecto a través de internet, obtener imágenes, mapas digitales e información sobre su procedencia o potencial daño.
Y ese individuo podrá unirse a decenas de miles de usuarios de todo el mundo que aportarán sus observaciones para crear una gigantesca base de datos mundial que ayudará a entender los cambios medioambientales de las distintas regiones del globo.
Es lo que el profesor Norman MacLeod, curador de Paleontología del Museo de Historia Natural de Londres, denominó como “la democratización de la información sobre biodiversidad”.
MacLeod explicó que esa “democratización” se logrará con “herramientas de fácil uso que permitirán a cualquiera en todo el mundo extraer, manipular, interactuar y contribuir con información sobre plantas, animales, microbios, hongos y otros organismos”.
Según MacLeod “de hecho, es la gente local a la que acuden los científicos para hacer sus descubrimientos. Necesitamos asociarnos con ellos, es mucho más eficiente y productivo”.
Para Edwards “la información sobre la biología y distribución de las especies de la Tierra es de gran importancia para la ciencia y nuestra calidad de vida”.
“Y el impacto de esa información aumenta en gran medida cuando se conecta y se pone a disposición de todo el mundo a través de internet”, añadió.
Algunos de los elementos del observatorio de biodiversidad que ya existen son ARKive (una base de datos de imágenes y videos de especies), Aquamaps (cartografía del ambiente marino) y el sistema de código de barras genético.
Jesse Ausubel, director de programa de la Fundación Alfred P. Sloan de Nueva York, resumió el proyecto comparándolo con la llegada a la Luna.
“Hace 40 años, los astronautas tomaron fotografías de la Tierra desde la Luna. e-Biosphere está creando un macroscopio que permitirá a miles de millones de personas observar desde Madagascar a la Luna o desde un mono hasta su ADN”, explicó Ausubel.