Hasta 2010 hay que esperar para casarse en el ex refugio de Allende
(El Mercurio. 7/06/2009)
Por Gabriela Villalobos.Fue propiedad de Miria Contreras, la “Payita”, y allí el ex Presidente se reunía con el GAP y practicaba tiro con el fusil que le regaló Fidel Castro. Ahora lo administra con éxito la hija de la “Payita”, Isabel Ropert.
Una emblemática casona de piedra laja ubicada en el km 5 del camino a Farellones se ha convertido en el nuevo lugar de moda para los matrimonios: hasta fin de año ya no es posible realizar eventos los viernes y sábados en la noche.
Los encantos de El Cañaveral son su mejor publicidad: es una casona de unos 300 m² ubicada al lado del Río Mapocho con una vista privilegiada al cauce. La casona cuenta con 32 hectáreas de jardines y cerro con grandes árboles (eucaliptos).
No todos los invitados conocen el pasado de El Cañaveral. Entre 1971 y 1973 era la residencia de Miria Contreras Bell -más conocida como “la Payita”-, secretaria de Salvador Allende, el que se alojaba en la casona los fines de semana.
El lugar también servía de lugar de entrenamiento y selección del Grupo de Amigos Personales de Allende (GAP) -escolta del ex Presidente-, y fue el lugar donde estuvo guardado el famoso fusil cubano, regalo de Fidel Castro.
Fue también ahí donde el ex Presidente pasó el último cumpleaños con su hija Beatriz el 8 de septiembre de 1973. Desde esa fecha, El Cañaveral tuvo que esperar más de 30 años para albergar una nueva celebración.
Cambian las visitas
“Sabíamos que Allende pasaba allá mucho tiempo, pero se casa gente de todas las tendencias políticas. Eso no es un tema, porque la casa es demasiado bonita y está cerca de Santiago”, cuenta Pilar Moncayo, una de las novias que eligieron el lugar.
“A toda la gente le impacta el lugar porque es precioso, bien cuidado, ves el río y puedes recorrer la casa. Y están los mismos cuadros que cuando vivía Allende”, detalla Pilar.
Las personas que visitan actualmente El Cañaveral habrán cambiado, pero el centro sigue administrado por la familia de la antigua dueña: Isabel Ropert, hija de “la Payita”, es hoy la encargada.
Ella suele estar presente en los matrimonios, y se relaciona con las parejas y también con los banqueteros.
Cuánto cuesta
Arrendar la casa para un evento tiene un costo de $2.245.000, lo que incluye DJ, salón para los novios, una carpa de 400 m² en el jardín y estacionamiento para 230 autos. Un precio un poco más módico que otras casonas, que cobran cerca de $3 millones y están más alejadas de la ciudad.
El Cañaveral no sólo sirve como centro de eventos para matrimonios, sino también para capacitaciones de empresas.
La historia: residencia de la “Payita” y centro del GAP
El Cañaveral fue construido en los 40 y perteneció a Lina Contreras-hermana de la “Payita-, quien vivió allí con su esposo, Pablo Burchard. Sin embargo, en 1971 Burchard fue enviado por Allende como consejero cultural a España. En ese momento, luego del pago de 350 mil escudos -los que equivaldrían actualmente a unos $26 millones -, El Cañaveral pasó a su más conocida dueña: la “Payita”. El monto al cual se vendió la casona habría sido motivo de disputa entre las hermanas, según consta en el libro de Nena Ossa, “Allende thank you”. En manos de la “Payita”, El Cañaveral se transformó en “la casa de verano” o “la residencia de descanso” de Salvador Allende. En la casona, el ex Presidente recibía a sus cercanos, como el dueño del antiguo diario “El Clarín”, Víctor Pey Casado y también a visitas famosas como Fidel Castro. El Cañaveral también fue el escenario de entrenamiento del GAP y, los domingos, Beatriz Allende almorzaba allí con el ex Presidente. Después del 11 de septiembre de 1973 la casa pasó a manos de los militares, los que transformaron El Cañaveral en un hogar de niños. En 2000, tras una batalla judicial que libraron Isabel y Max -el otro hijo de la “Payita”- la casa volvió a manos de los Contreras-Ropert.