Mega Piscina en MIM
El año 2000 se inauguró en la comuna de La Granja el Museo Interactivo Mirador MIM, un proyecto de interés y relevancia metropolitana que, como pocas veces, se instalaba en un sector periférico y pobre de Santiago. Parte de las intensiones de esta localización era generar con este nuevo atractivo un cierto dinamismo y desarrollo en el sector. Sin embargo el proyecto se situó en la mitad del predio y sin relación alguna con el entorno, lo que sumado a su accesibilidad, provocaron que este edificio sea anecdótico en el lugar. A pesar de ello el sector aún posee atractivos que han hecho interesado a privados para realizar allí una Mega Piscina similar a la que existente en Algarrobo en el complejo de San Alfonso del Mar en Algarrobo.
El autor de la piscina artificial de San Alfonso del Mar, la más grande del mundo con 8 há de superficie, Fernando Fischmann (Fisch = pez y mann = hombre (EN ALEMÁN)), declaró que hace tiempo que está viendo la posibilidad de realizar una de sus mega piscinas en Santiago. La opción que se está evaluando, según declaró unos días atrás, es realizar la mega piscina a un costado del MIM en el parque Brasil. El proyecto está en proceso de diseño y estudio para su factibilidad técnica y económica y se realiza en concordancia con la directora del MIM Jacqueline Weinstein.
A pesar de que el proyecto es de tipo privado, o sea se deberá pagar una entrada, este podría ser bastante beneficioso para sus alrededores, ya que vecinos podrían tener acceso a una piscina cerca de sus casas y por tanto contar con un lugar de recreación donde hoy escasean.
Por otro lado el proyecto entrega una nueva posibilidad para trabajar los bordes del parque Brasil e integrar el movimiento turístico-educativo al sector, uno de los aspecto en que se falló con el MIM.
La causa de que el MIM, no generase ningún impacto positivo en el sector se debe principalmente a que sus espacios públicos son privados y se vuelcan hacia el interior, dejando de ser una plaza con programa, como es por ejemplo el Parque Bicentenario en Vitacura, y se transforma en un recinto privado al que se llega puntualmente sólo con el objetivo de visitar el museo. Así no hay relación con la calle y no es posible que el peatón que camina por el barrio goce al menos del parque, o un segmento de él, donde se instalan los museos. Por otro lado la accesibilidad al lugar por medios de transporte público no es clara, y muchos de los que han ido en metro, comentan que no sabían si iban en el camino correcto o no. Esto nos deja claro que el proyecto no ha trabajado su inserción en el área urbana. Distinto seria por ejemplo que las veredas de las más menos 8 cuadras que separan el acceso del parque al metro, hubiesen sido intervenidas con iconografías tipo MIM o algo similar, que nos enacaminará ynos hiciera sentir en el parque museo.
Esperemos que este nuevo proyecto se plantee de una forma distinta con respecto al barrio, quizás no con la piscina misma, pero si con un parque o programas anexos, al los que todos puedan entrar. Por otro lado esperemos que las evaluaciones entreguen resultados positivos y que sus precios sean accesibles, para que así las comunas del sur de Santiago puedan disfrutar de un buen lugar para el verano y no sólo les sirva para mirar a los autos y buses que llegan de otras comunas para disfrutar sus aguas.
Fuente: latercera.com, emol.com y www.aguamarket.com