El espacio que reivindicará memoria del Chile torturado
(La Nación. 17/06/2009)
Por Lorena Ferraro L.
La Jefa de Estado afirmó ayer que “nadie puede negar, desconocer, minimizar o banalizar la tragedia de las violaciones de los derechos humanos en Chile” e instó a reflexionar la convivencia para que “nunca más” haya abusos en el país.
Más de 5 mil metros cuadrados para cobijar la historia testimonial del Chile torturado bajo la dictadura y reivindicar la memoria de las víctimas del régimen.
Así se terminará de levantar, en noviembre, el Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos, impulsado por la Presidenta Michelle Bachelet “para mirarnos con la grandeza que supone la autocrítica y decirnos sinceramente que hay errores que no queremos repetir” y que ayer recibió donaciones que conformarán parte del legado documental del recinto.
Parte de las obras Bicentenario (ver infografía), el museo, que se ubicará en Matucana con Catedral, será una de las obras clave de la gestión Bachelet, un legado para no olvidar el respeto a los derechos fundamentales.
“Nadie puede negar, desconocer, minimizar o banalizar la tragedia de las violaciones a los derechos humanos en Chile; de que la memoria la vamos recuperando con el aporte de múltiples vestigios, relatos, para que cada cual haga su propia lectura del pasado y reflexione sobre la necesidad de mejorar nuestra convivencia, para que nunca más se repita una tragedia semejante en nuestra patria”, explicó la Mandataria.
El convenio firmado ayer por diversas fundaciones permitirá preservar, cuidar y dar a conocer los bienes entregados por entidades, organizaciones y, especialmente, por los propios ciudadanos.
El objetivo es -en base a experiencias como las del Museo del Apartheid en Sudáfrica; del Holocausto en Washington, y de la Cruz Roja en Ginebra (Suiza), entre otros-, reconstruir la memoria histórica del Chile de 1973 a 1990.
Son miles de piezas, obras de arte, objetos personales, archivos, relatos, producciones literarias, afiches, dibujos, folletos, documentales que junto con reflejar las violaciones de derechos humanos y la lucha paralela por su defensa, buscan “enriquecer el alma de Chile”, dijo el ministro de Obras Públicas -cartera que gestiona la construcción del museo-, Sergio Bitar.
Tocado por la obra, debido a las torturas recibidas durante el régimen militar, Bitar vislumbra que el museo “será una de las obras de la Presidenta Bachelet que quedará en el corazón de los chilenos, que tiene un gran significado para el alma de Chile porque la enriquece; nos hace un país mejor recordar y saber lo que vivimos”.
La construcción del recinto, que implicará una inversión cercana a 11 mil 270 millones de pesos -y que fue diseñada por un equipo de arquitectos brasileños que contempló, además del edificio del Museo, estacionamientos subterráneos, la Plaza de la Memoria y conexión subterránea a la estación del Metro Quinta Normal-, será “una estructura transparente, luminosa, amplia.
No oscura, no de tristeza, sino una señal de vida, de cómo el dolor la transforma en alegría de vivir”, adelantó el secretario de Estado, que estuvo detenido en Isla Dawson.
Una obra, cuya primer piedra colocó la Mandataria el 10 de diciembre de 2008 que espera también mirar al futuro, para que “no haya espacio para la exclusión, sea por razones políticas, religiosas, socio económicas, étnicas, de género, o de cualquier tipo, la discriminación debe ser desterrada”.
Los objetivos
Convocar a los chilenos a la reflexión sobre las consecuencias de la intolerancia; incentivar la resolución pacífica de conflictos; dar cuenta de las violaciones cometidas entre 1973 y 1990 y reivindicar la memoria de las víctimas del régimen militar son algunos de los objetivos con que se comenzó a erigir el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, que debiera inaugurar la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, en noviembre de este año.
Foto de Mario Ruiz.