La Pincoya en "guerra" por posibles expropiaciones
(La Nación. 17/06/2009)
Por Ricardo Ahumada
Residentes de emblemática población se enteraron “sin querer” que algunas calles están afectas a utilidad pública, cuando se encontraron con trabas para construcción de proyecto Quiero mi Barrio. Municipio descarta medida.
Cuatro años después de la aprobación del Plan Regulador Comunal de Huechuraba, unas 500 familias residentes de la emblemática Población La Pincoya, se encontraron con un impedimento para la ejecución de su proyecto Quiero mi Barrio: desde septiembre de 2004, algunas calles al interior del barrio se encontraban afectas a utilidad pública y podían entrar en proceso de expropiación en cualquier momento, sin que los vecinos supieran.
La alarma cundió entre los pasajes de la histórica población, cuando algunos residentes vieron rechazado el último trámite para comenzar a edificar su nueva sala multipropósito, proyecto que ellos mismos eligieron, al enterarse que parte de la construcción entraba en una zona “sujeta a posible expropiación”, según una declaratoria de utilidad pública destinada a vías colectoras vigente desde la aprobación del Plan Regulador de Huechuraba, en 2004 (ver recuadro).
“El último visto bueno que necesitábamos para construir fue rechazado, porque el recinto donde se va a albergar esta sala multifuncional se vería afectada. Ahí nació el conocimiento masivo de la gente”, explica Leonardo Gónzalez, uno de los dirigentes de ese sector.
Desde entonces, los vecinos supieron que las viviendas contiguas al cerro podrían someterse a un ensanchamiento de las calles en diez metros, cinco para cada costado, llegando incluso hasta el living de algunas construcciones.
Por eso, los dirigentes de las potenciales villas perjudicadas (villa Wolf, Última Hora, El Rodeo, Patria Nueva y Pablo Neruda), se organizaron ante lo que consideran una amenaza directa a sus hogares y la cultura del barrio.
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En efecto, el municipio desde marzo de este año inició los trámites para prorrogar la utilidad pública de estas calles por cinco años más, ante la posibilidad de que el desarrollo urbano de la comuna quedara truncado.
“Nunca nos enteramos de esto. Se supone que una modificación tiene que pasar por participación ciudadana y sobre todo de los afectados, pero acá nadie supo nada. Nos enteramos por otra vía, cuando el proceso ya había empezado”, dice Francisco Vallejos, otro vecino del sector que sería afectado.
“Nosotros no estamos en contra del municipio ni contra la alcaldesa, Carolina Plaza; sólo queremos transparencia, que la gente sepa lo que se va a hacer dentro de la comuna”, alega.
CADUCACIÓN
Sin embargo, ante el reclamo de los vecinos, que en conjunto reunieron unas 500 cartas firmadas oponiéndose a esta modificación, la alcaldesa echó pie atrás el jueves pasado dejando caducar en septiembre de este año la utilidad pública de estas vías -ubicadas en el contorno de La Pincoya, justo en los faldeos del cerro- si es que no aparece ningún proyecto antes de esa fecha.
“En este momento no estamos con el ánimo ni la voluntad política de expropiar ninguna de las viviendas del sector de La Pincoya y sus alrededores”, explica la directora de Obras de Huechuraba, Carmen Gloria Zúñiga.
Según dijo, la jefa comunal desistió de la prórroga, al no existir ninguna justificación técnica de que esas calles se materialicen ahora en el corto plazo.
PRC aprobado sin consultar
En septiembre de 2004, el Plan Regulador Comunal de Huechuraba fue aprobado.
Según la normativa que rige los PRC, para ser aprobado éste debe pasar por diferentes etapas, entre ellas una de información a la comunidad, con especial énfasis a los habitantes de la comuna que se puedan ver afectados por alguna modificación y otra al Consejo Económico y Social Comunal (Cesco).
Según los habitantes de La Pincoya, ni ellos ni el Cesco, que en este momento no funciona al contar con cinco de los 20 integrantes que debería tener, fueron consultados durante ese proceso.