"Se está cometiendo un error garrafal con el Nacional"
(El Mercurio. 28/06/2009)
El arquitecto Gonzalo Mardones, quien presentó junto a Sebastián Piñera un proyecto para remodelar el coloso de Ñuñoa en 2008, se sumó a las voces que critican la premura con que el Gobierno está llevando adelante las refacciones.
El nuevo proyecto de remodelación del Estadio Nacional ha ido encendiendo el debate. La inesperada urgencia que le dio el Gobierno al Ministerio de OO.PP. para que antes de marzo próximo habilite el coliseo central ha movido a especialistas a discutir sobre el “apresuramiento” y la opción de que se cometa aquí un error histórico.
El viernes pasado, el director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello, Felipe Assadi, afirmó que “un hito presidencial” no podía afectar los correctos procesos, y que una remodelación del recinto en las condiciones que se quiere hará perder “la opción de tener el mejor Estadio Nacional” que sea posible.
El arquitecto Gonzalo Mardones le entregó a la Presidenta Bachelet en 2008 un proyecto de transformación del Estadio Nacional, y se sorprendió tras este anuncio gubernamental. Sin embargo, no quiso expresar su opinión al respecto, pues consideró que su propuesta se podía mezclar con la política contingente (presentó su proyecto junto a Sebastián Piñera) y más aún cuando la remodelación presentada por el Gobierno presentaba similitudes a la del propio Mardones.
Pero la publicación de las bases de licitación para el retiro de las butacas que hizo Chiledeportes, la aparición de otras expresiones críticas y la urgencia de que el proyecto sea el eje de una discusión abierta lo hicieron cambiar de opinión.
“El proyecto lo conocí por la prensa. Lo más grave es que la solución no se hace cargo de las 64 hectáreas que contempla el Nacional. Volveremos como país una vez más a equivocarnos si intentamos basar nuestra acción en la inmediatez y la premura. De ser elegida ciudad olímpica, se puede cambiar profundamente el futuro de nuestra capital, y a nuestro juicio esta es la primera acción para realizar este sueño que nuestro país se merece. Para lograrlo hay que empezar como mínimo 10 años antes, como lo hizo Barcelona. Ñuñoa tiene la inmensa posibilidad de generar un nuevo espacio urbano nuevo, público, abierto a toda la ciudadanía, como lo plantea el proyecto desarrollado en conjunto con Sebastián Piñera y la Fundación Futuro”.
– ¿Cuánto dista este proyecto del que le entregó a la Presidenta?
“La propuesta contempla algunas de las ideas de nuestro proyecto pero con soluciones distintas y muy equivocadas. Por ejemplo: bajan la pista atlética y la cancha sin resolver lo fundamental, que es acercar las tribunas y galerías a la cancha de manera de lograr algo esencial: que la condición de local se logre a través de la cercanía del público. En este sentido, invitamos a las autoridades del MOP a estudiar los reglamentos e instrucciones de diseño de la FIFA. Es impensable un estadio con las pendientes actuales. Al parecer, el proyecto del gobierno está inspirado en la renovación del Estadio Olímpico de Berlín desarrollado para el Mundial 2006. Hay que considerar que este es otro error garrafal. La idea de bajar la pista olímpica de Berlín produce una distancia de entre 15 y 36 metros de la cancha, a la manera de un anfiteatro romano, separado por un foso de 2 metros. Esta situación es idéntica al planteamiento del MOP. Resultado: un estadio que produce una mayor lejanía entre espectadores y el campo de juego. Para esto, propusimos una nueva estructura liviana que permite una mejor relación de todas las tribunas y galerías con la cancha. Esta solución contempla también graderías retráctiles sobre la pista olímpica, permitiendo así espectáculos de todo tipo sin dañarla”.
-¿Cuáles son las principales dificultades técnicas que tiene la reestructuración del Estadio Nacional para convertirse en un recinto deportivo de estándar mundial?
“No vemos ninguna dificultad técnica. Al contrario, pienso que sólo producirá externalidades positivas. Lo importante es realizarlo con una mirada de mayor escala, una mirada más larga sin la urgencia de lo inmediato que llevara este ?proyecto país’ al fracaso”.
-¿Qué tipo de exigencias debe cumplir además para transformarse en un recinto capaz de albergar espectáculos artísticos de nivel internacional?
“Debe cumplir con todas las exigencias del fútbol y de cualquier espectáculo masivo. Un Estadio Nacional no puede ni debe renovarse sin identificarse en la mayor medida con su país, y representarlo como un signo de reconocimiento y pertenencia con fuertes vínculos urbanos con el lugar que ocupa. Las plazas, las ramblas y el boulevard de nuestra propuesta de Campos de Deportes intenta articular sobre aquellos vacíos urbanos un nuevo escenario urbano a nivel metropolitano”.
-¿Es recomendable licitar por partes, si es que los plazos son urgentes como el mismo MOP ha enfatizado?
“A nuestro parecer, las siete licitaciones anunciadas por el ministro no son factibles sin un proyecto general. El coliseo es monumento histórico y está inmerso en una superficie enorme de la ciudad, las que hay que urgentemente intervenir. Pienso que la Contraloría General de la República no apoyará jamás un trámite con esta premura”.
“(La remodelación) debe realizarse con una mirada de mayor escala, sin la urgencia de lo inmediato, que llevara este ‘proyecto país’ al fracaso”.
GONZALO MARDONES