Artista chilena cumple el sueño popular de ampliar la casa
(El Mercurio. 6/7/2009)
Por Romina de la Sotta Donoso
Instalará una obra-infraestructura en un centro de desarrollo comunal autogestionado por mujeres.
Ahora que se ganó la beca Guggenheim, Ángela Ramírez (1966) podrá echar a andar su proyecto “El espacio del deseo”.
“Haremos un cruce de la tensión que existe entre la precariedad de los espacios culturales en Chile y el sueño de las mujeres que autogestionan un centro de desarrollo comunitario local en La Pintana, que es construirle un tercer piso”. Las vecinas serán parte del proceso de creación: harán croquis con los cuales ella y un arquitecto trabajarán para diseñar la obra-infraestructura.
Además, se sumarán músicos, ingenieros, historiadores y teóricos, para desarrollar una plataforma en la web que será un Centro de Arte Contemporáneo virtual.
“Es un proyecto muy caro -$ 70 millones-, no podría financiarlo entero con la beca Guggenheim”, aclara. “Nos alcanza para la parte creativa y la investigación; para terminarlo, postularé a Fondart y buscaré empresas interesadas”.
Una fórmula que ya resultó en 2005, cuando ganó la beca Pollock para crear una obra, y le sumó un Fondart para instalarla. Recién le habían censurado su creación “Sine Qua Non”, que había ganado un concurso público para el Centro de Justicia de Santiago. Interpuso una demanda contra el Estado, aún sin fallo, pero también respondió artísticamente con “Narciso”, una reproducción del Palacio de Tribunales, pero como cinta de Moebius; es decir, que gira eternamente sobre sí mismo.