Cerros Bellavista y Cárcel se transforman en las nuevas vedettes del turismo en Valparaíso

(El Mercurio. 12/07/2009)


583677179_foto_turismo_valpo.jpgPor JORGE MOLINA ALOMAR

Restaurantes y hoteles se “mueven” hacia las cercanías de La Sebastiana, buscando mejores vistas y mayor tranquilidad.

Los cerros Alegre y Concepción han sido por años las principales estrellas de los cerros porteños, concentrando inversiones, hoteles boutique y barrios gastronómicos.

Sin embargo, la especulación inmobiliaria y la saturación de los espacios están comenzando a trasladar las inversiones desde este polo turístico hacia sus cerros aledaños, principalmente en la ruta hacia “La Sebastiana”, la casa que construyó Pablo Neruda en el cerro Bellavista.

Y es precisamente a los pies de la casa del poeta, y en el eje que baja hacia el Museo a Cielo Abierto, donde hoy comienzan a instalarse los hoteles, hostales y los nuevos restaurantes, acompañados de cafés, talleres de diseño y galerías de arte.

“Están apareciendo restaurantes en las zonas turísticas del cerro Bellavista, y en los cerros Yungay y San Juan de Dios hay proyectos de rehabilitación de viviendas para construir lofts”, dice el coordinador regional del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), Atilio Caorsi.

¿La razón? “En este minuto hay una especulación inmobiliaria brutal en los cerros Alegre y Concepción. Eso produce un ajuste de mercado, y es que las inversiones se van a cerros vecinos”, agrega Caorsi.

La Corfo, impulsora de los principales proyectos turísticos de la zona, cuantifica inversiones privadas en hoteles por $1.900 millones en los cerros Alegre y Concepción. Pero la cifra en otros cerros atractivos y el plan de la ciudad ya llega a los $847 millones.

Buscando tranquilidad

Héctor Zapata, encargado del hotel y spa Puerto Natura, en el cerro Bellavista, explica que la principal razón para instalarse en el sector fue la tranquilidad y la alta afluencia de turistas a La Sebastiana. “Como el proyecto era de descanso, empezamos a buscar otro cerro que tuviera una proyección, y eso lo encontramos acá”, señala.

En el cerro ya crearon una agrupación, “Ruta Bellavista”, que reúne a restaurantes, hoteles, galerías, museos y actividades culturales, como el Teatro Mauri y Escenalborde. Y para proteger el lugar, está en trámite la declaratoria de zona típica del sector por parte del CMN.

Una de las últimas atracciones del barrio es el restaurante “Oda Pacífico”, con vista panorámica a la bahía y una de las mejores cartas de pescados y mariscos de la zona, aseguran los entendidos.

“Optamos por instalarnos acá porque es más exclusivo, no está saturado y hay estacionamientos. Hay varios hoteles boutique en este cerro y otros por instalarse, aprovechando la tranquilidad del lugar”, dice su dueño, Víctor Mancilla.

Otro cerro que comienza a desarrollarse es el Cárcel. Ya se han instalado algunos buenos restaurantes en torno a su acceso, la subida Cumming, y hoteles boutique como el Ultramar.

“Este cerro es la pasada obligada entre los cerros Alegre y Concepción y la casa de Neruda, que es la zona natural de crecimiento turístico de Valparaíso. Tiene además unas casas maravillosas, derecho a vistas y el proyecto que se construirá en la ex cárcel”, dice su dueña, Myriam Fliman.

640

mil visitantes anuales recibe Valparaíso. De ellos, sólo 60 mil alojan en la ciudad, el resto son excursionistas (visita por el día).

1.200

camas registradas hay en Valparaíso.

30%

es la ocupación hotelera promedio que tiene la ciudad.

$18.108

millones ingresan cada año a la ciudad por el turismo.

$17.600

gasta un chileno que visita Valparaíso por el día. Un extranjero gasta $26.600.

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