Alcalde de Londres recibe informe para la construcción de un aeropuerto en el estuario del Támesis
El alcalde de Londres, Boris Johnson, recibió finalmente el informe que podría impulsar definitivamente uno de sus más grandes sueños: un aeropuerto flotante en Londres, en el estuario del Támesis.
Según el estudio, que Johnson había solicitado tras anunciar el el proyecto en 2009, el aeropuerto podría construirse en un plazo de sólo diez años. Un grupo de expertos pedirán esta semana al alcalde que impulse la construcción de ese terminal aéreo, que costaría US$ 64.900 millones, según el diario Evening Standard.
El aeropuerto constaría de cuatro pistas que se construirían en dos islas fluviales y que estarían conectadas en tierra firme con las terminales mediante túneles o puentes.Una de las terminales estaría en el condado de Kent y la otra, en el de Essex. La de Kent, al sur del estuario, estaría enlazada con la futura línea de ferrocarril de alta velocidad Crossrail, con lo que el viajero estaría en el centro de Londres en 35 minutos.
Según el ingeniero Doug Oakervee, el aeropuerto sería más fácil de construir que el de Hong Kong, en cuya construcción también colaboró, y que se instaló en una isla en su mayor parte artificial.
Johnson ha enojado a los ecologistas al dar a entender que ese nuevo aeropuerto, que estaría conectado también al sistema ferroviario del Eurotúnel, podría sustituir a la proyectada tercera pista del aeropuerto de Heathrow.
Según la Real Sociedad para la Protección de las Aves, un aeropuerto en el estuario del Támesis es “un absoluto desastre desde los puntos de vista ecológico, medioambiental y económico”.
Pero, al mismo tiempo, la proyectada tercera pista de Heathrow tropieza con la oposición de los vecinos de las localidades próximas, que se quejan del nivel de ruido que ya soportan.