Estudio advierte daño a pesca y turismo por contaminación en bahía de Coquimbo
(El Mercurio. 21/07/2009)
Por Matías Rovano Bustos
Se detectaron valores por sobre la norma de coliformes fecales que contaminarían moluscos. Texto será analizado en comisión de uso de borde costero para buscar medidas de mitigación.
Un daño a la pesca artesanal y posibles efectos en el turismo son las principales conclusiones a las que llegó un estudio hecho por la Universidad de Valparaíso y que diagnosticó las consecuencias de las descargas de aguas servidas en la bahía de Coquimbo, IV Región.
El documento señala que en varios sectores se superó la norma de 1.000 coliformes por cada 100 ml de agua. Entre ellos se encuentra el sector de El Faro, en La Serena, donde se llegó a 1.300 unidades/100 ml.
El texto indica que ello “es perjudicial en términos ambientales y de salud pública, pues el proceso de degradación se efectúa principalmente en la superficie”.
El problema se produciría por la mala dilución de los microorganismos, ya que pese a que las aguas vertidas al mar cumplen con los requisitos ambientales, el emisario submarino funciona de forma inadecuada.
El documento agrega que los más afectados son los pescadores artesanales, por las pérdidas económicas que significa dejar de exportar algunos moluscos bivalvos al mercado europeo y de Estados Unidos. Además, advierte que “por la carga bacteriana ligada al sistema de drenes, es altamente probable una disminución en la tasa turística de la región”.
El intendente Ricardo Cifuentes señaló que “en ningún caso afecta al turismo (…) lo que vamos a hacer es reunirnos, elaborar mesas técnicas, una de las cuales está fijada para fin de mes en el marco de la comisión de uso del borde costero y vamos a empezar a tomar medidas”.
El director regional de la Conama, Leonardo Gros, dijo que se estudiarán las soluciones propuestas por la universidad y que se relacionan con la construcción de una planta de tratamiento de aguas servidas y la extensión de los emisarios.
Pese a todo, el presidente del movimiento por Coquimbo, Gonzalo Herrera, criticó la actitud del Gobierno y los acusó “de no tener ninguna voluntad para solucionar un problema que viene hace años”.
14
puntos de la bahía fueron medidos por la U. de Valparaíso.
1.114
metros hay entre la costa y la salida del emisario de Coquimbo, el que fue construido en 2006.
1.000
unidades de coliformes por cada 100 ml de agua es lo permitido y en varios sectores se excedió la norma.
Superintendencia registra a Pichilemu y Constitución afectadas por coliformes
La superintendenta de Servicios Sanitarios (SISS), Magaly Espinosa, informó ayer que la fiscalización mensual de su entidad no registra otras bahías contaminadas por desechos coliformes, incluida la de Coquimbo, y sólo precisó que Pichilemu y Constitución están en proceso de eliminar la contaminación de aguas marinas.
Consultada por el caso de Coquimbo, la autoridad dijo: “El cumplimiento que nosotros tenemos registrado del emisario submarino es de 100% en esa bahía. No tenemos registrado incumplimientos de la Sanitaria Aguas del Valle de acuerdo al Decreto Supremo 90 “, manifestó.
El tema será investigado por la SISS al existir el informe de la Universidad de Valparaíso para conocer su contenido, alcance y metodología utilizada. “Hay que averiguar si hay alguna descarga en la orilla de otro tipo que pueda ser clandestina o no autorizada. Hay que ir a la causa del problema. No conocemos el estudio completo de la Universidad de Valparaíso, salvo un extracto. Vamos a interiorizarnos”.
La autoridad sanitaria precisó que Chile tiene 31 emisarios submarinos instalados desde Arica a Porvenir para descontaminar las aguas marinas, e insistió en que los informes mensuales no registran contaminación fecal.
Puntualizó que las bahías de Constitución y Pichilemu están a punto de tener aguas saneadas tras la operación de plantas de tratamiento, que en el caso de la última mencionada está hoy en fase de marcha blanca en la VI Región.
La directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, dijo que no tiene información al detalle de playas contaminadas, pero sí reconoció un mejoramiento general de las aguas del litoral producto de la instalación de emisarios submarinos -tubos que descargan residuos mar adentro en distintos puntos para su biopurificación- y de la construcción de plantas de tratamientos de aguas servidas que paga la gente en sus cuentas mensuales del agua.