Carta – Acuerdo sobre el Transantiago
(La Tercera.21/07/2006)
Señor director:
El jueves pasado Louis de Grange afirmó en una columna en este diario que el acuerdo entre el gobierno y la oposición respecto de la ley de subsidio al transporte público es una gran “arreglada de bigotes”.
El subsidio al transporte público es habitual en el mundo. Y las razones para “dilapidar” (como dice la columna) esos fondos son ampliamente conocidas por los especialistas. En síntesis, el costo para las ciudades de acoger la misma cantidad de viajes sería mucho más alto si esos viajes se hicieran en un modo distinto, y la calidad de vida sería inferior. Que este subsidio haya terminado siendo un resultado no previsto en el diseño de nuestro sistema de transporte público no es suficiente razón para desprestigiarlo.
También sorprende que se proponga de forma tan incondicional el desarrollo de un solo modo de transporte -el Metro-, que, como todas las soluciones, es adecuada en algunos casos, pero no en otros. Las evaluaciones son caso a caso. No veo cómo intuir, a ojo, qué nuevas líneas de Metro son socialmente rentables, mucho menos determinar que prácticamente cualquier nueva línea sería una buena decisión, como dice De Grange.
Además, él no puede estar en desacuerdo con los subsidios al transporte público, ya que su propuesta de ampliar el Metro requeriría invertir miles de millones de dólares. Eso no lo paga el Metro con las tarifas, sino el Estado de Chile bajo el supuesto de que otras formas de transporte serían más caras. Y el Metro tampoco paga todos sus costos de operación, por lo que nuevas ampliaciones, que además serían hacia zonas cuya demanda es más baja que la que existe en las zonas actualmente cubiertas por la red de Metro, harían crecer más que proporcionalmente su déficit.
Marcelo Farah
Asesor Ministerio de Transportes