Carta – Pabellón de Chile en Shanghai I

(El Mercurio. 30/09/2009)

Señor Director:

Es mejor estar equivocados que confundidos. Si queremos hacer un aporte en Shanghai, no podemos estar confundidos. Proponer en el Pabellón de Chile “la semilla de la nueva ciudad”, como cuenta el martes Hernán Somerville en su columna de “El Mercurio”, será casi imposible lograr.

La ciudad actual se renueva sola, sin ayuda. Siempre más rápido de lo que esperamos. Y resulta ingenuo proponer soluciones si ni siquiera entendemos el desafío. La ciudad actual es mucho más que un lugar físico fecundo para la vida humana; es sobre todo una red de relaciones de millones de personas que actúan al mismo tiempo, y que es tan ubicua e impredecible como el corazón humano.

Encontrar el sentido a este aparente caos de la ciudad actual es una tarea de poetas. De verdaderos artistas, que sean capaces de convertir el barro que reciben en oro que dan, como tan bellamente lo dice Horacio Serrano.

Ellos podrían mostrar a las visitas del pabellón -a las que no hay que mirar en menos- la capacidad de elaboración que tiene nuestra cultura. Que éste es uno de los aportes que Chile puede hacer al mundo globalizado que necesita procesar cada vez más información.

Germán del Sol
Arquitecto
Premio Nacional 2006