Carta -Transantiago
(El Mercurio. 30/07/2009)
Señor Director:
Quisiera corregir algunas afirmaciones del señor De Groote en su carta publicada en este diario. En primer lugar, él señala que el déficit acumulado del Transantiago es de US$ 5.000 millones hasta el año 2014. Me temo que el señor De Groote confundió los montos del proyecto de ley recientemente acordado entre el Gobierno y los senadores de la oposición -monto que incluye recursos para regiones- con el déficit del transporte público de Santiago. El déficit proyectado del Transantiago hasta el 2014 es menos de la mitad del monto señalado, lo cual difícilmente alcanzaría para duplicar la red de metro, que además no se podría hacer en menos de una década.
En segundo lugar, si bien no puedo autocalificarme de “experto”, todo lo que he investigado sobre sistemas de transporte público de calidad en el mundo me confirma que éstos son invariablemente subsidiados. Por ejemplo, según los datos de la Administración Federal de Tránsito (FTA) de Estados Unidos, los subsidios en promedio cubren más del 60% de los costos de operación de los sistemas de transporte público en ese país. En Europa, una cifra equivalente es del orden de 50%. Más aún, los estudios académicos indican que los subsidios en muchas ciudades del mundo desarrollado deberían ser incluso mayores. La razón es simple, subsidiar el transporte público es beneficioso para las ciudades. En el caso de Chile, tiene la ventaja adicional de ser una política socialmente equitativa.
Andrés Gómez-Lobo
Departamento de Economía
Universidad de Chile y
Asesor Ministerio de
Transportes y Telecomunicaciones