Columna – ¿A dónde apuntan las medidas para descontaminar?
(La Tercera. 02/08/2009)
Cada día es más difícil entender hacia adonde apuntan las políticas de descontaminación, tanto en la capital como en otras regiones afectadas. Si hasta renunció el “Gerente del Aire”, que al parecer se dio cuenta que no hay un real interés de mejorar nuestro aire. Ya estamos terminando el período crítico de los eventos contaminantes y nadie más tocará el tema hasta el próximo año, aunque puede ser que en algún momento los candidatos propongan cortar el cerro Manquehue o alguna otra brutalidad para aparecer algunos segundos en televisión.
¿Es que acaso no podemos solucionar el tema?. Sí, claro que se puede pero con decisiones con coraje y conocimiento del tema. Cada vez que se habla de lo “terrible” que son los autos para la contaminación y que hay que ponerles restricción y miles de normas, más me doy cuenta que no están preocupados del tema y que sólo buscan un poco de prensa en el noticiario de las 21:00 hrs, donde salga algún personaje de vistosa corbata junto a personal del ministerio de transporte sancionando a una abuelita que circula 2.000 kilómetros al año para ir a dializarse y quitarle el auto porque excede algunas de las normas vigentes… que pena.
Mientras tanto por el lado pasan las amarillas “enchuladas”, imposibilitadas de circular por no cuplir las normas y pero que nadie se atreve a tocar. Resulta incomprensible que las autoridades no incentiven el uso de autos híbridos, que todas las autoridades deberían tener, no por convicción ni por gusto, sino por dar el ejemplo. No puede ser que sigamos pagando los permisos de circulación por el valor del auto y no por los contaminantes que emiten. ¿Por qué no se puede instalar catalizador a los autos anteriores del 1993, y que técnicamente estén facultados para esto y darles un beneficio ya que contaminan menos?… y a los demás pongámosle convertidor de dos vías. Por otro lado seguimos lleno de caminos sin pavimentar y todas las industrias libres de emisión ya que resulta imposible de controlar, y para guinda de la torta los basurales ilegales que queman a destajo los desechos que cobran por recibir y que puedo asegurar que eso contamina más que todos los catalíticos de Santiago juntos.
Finalmente, es importante tener en cuenta que además de ineficiente para tomar medidas anticontaminantes, el Estado de Chile es el contaminador número uno -entre 22 y 43 % según la predominancia de vientos- de la cuenca de Santiago a través de la filial El Teniente de Codelco, tema que casi no se toca excepto en los ambientes académicos y allí queda encerrado entre las cuatro paredes de la sala, en calidad de tabú En definitiva, hagamos las cosas bien y espero que nuestras autoridades beneficien a los que menos contaminen, que en el caso de los autos sería muy fácil por ya que otros países ya hicieron el trabajo que espero que si algún día se hace acá no vean esto como una oficina de empleo y espero que aumenten los recursos ya que resulta irrisorio que no utilicen más de los que se gasta en un par de días de financiamiento del Transantiago para todas las instituciones encargadas del tema.