Norma antiesmog evitará perder 60 millones de días laborales por enfermedad
(La Nación. 05/08/2009)
Por Antonio Valencia
La inédita norma recién aprobada por el gobierno para regular los niveles máximos permitidos para el esmog más dañiño para la salud -el PM 2,5- no sólo implicará una reducción de 148 mil 400 muertes entre 2012 y 2041.
También evitará que en el país se pierdan 60 millones de días laborales por menores tasas de enfermedad de la población, y reducirá en un millón el número de niños que acuden a consultas de urgencia por males respiratorios.
Así lo confirmaron ayer la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, y el experto de la Universidad Católica, Luis Cifuentes, coordinador de los estudios que sirvieron de base técnica para estimar costos y beneficios socioeconómicos de la implementación de la norma de PM 2,5.Cifuentes precisó que la mortalidad, morbilidad e inasistencia laboral por enfermedad evitadas, equivalen a un beneficio neto de 33 mil 500 millones de dólares entre 2012 y 2041.
Para el mismo período, los recursos que los sectores privado y público deberán invertir en nuevas tecnologías para reducir el esmog en industria y transporte ascienden a un total 15 mil 600 millones de dólares.
De los 33 mil 500 millones de beneficio neto en salud, 13 mil 600 millones de dólares se ahorrarán entre 2012 y 2021, 11 mil millones entre 2022 y 2031, y 9 mil millones entre 2031 y 2041.
El costo total de 15 mil 600 millones de dólares, en tanto, se distribuye en 5 mil 100 millones en 2012-2021, otros 3 mil 300 millones en 2022-2031 y 7 mil 300 millones entre 2032 y 2041.
MUERTES EVITADAS
De las 148 mil 400 muertes que se evitarán por la nueva norma, 32 mil 800 casos corresponden al período 2012-2021, otras 40 mil 700 a 2022-2031 y otras 74 mil 900 decesos para el tramo 2032-2041.
Para todas las estimaciones (morbilidad, mortalidad, costos y beneficios económicos), los tramos de diez años estimados por el Dictuc se explican en base a la gradualidad de implementación de la norma que, en pocas palabras, significa bajar la concentración máxima de PM 2,5 en el aire a 25 microgramos por metro cúbico (ug/m3) a 2012 y otros 20 ug/m3 a 2022, para llegar a 2032 a la meta de reducir a 10 ug/m3 en 2032.
La subsecretaria de Salud, Jeannette Vega, en tanto, sostuvo ayer que la nueva norma “bajará cinco veces los actuales niveles de contaminación del aire”
Pedro Mancilla, de la unidad de enfermedades respiratorias del ministerio, calificó la aprobación de la norma como “una de las mayores políticas sanitarias del país porque ataca el esmog más peligroso por su capacidad de penetración al organismo, produciendo excesos de enfermedades”.
Francisco Prado, de la Sociedad de Neumología Pedriátrica, añadió que la aprobación “es momento histórico”, pero abogó por reducir el plazo de viente años para alcanzar la meta reductiva.