500 millones de pesos costó el primer Centro Cultural de Recoleta
(El Mercurio. 09/08/2009)
Gustavo Villavicencio Aravena
En medio de la estigmatizada población Quinta Bella, las autoridades municipales de Recoleta decidieron levantar el edificio que albergará al nuevo Centro Cultural de la comuna. Para algunos esta decisión puede parecer extraña, pero se tomó considerando varias razones: el sector es el corazón de la comuna y en el sitio donde se emplaza el edificio se encuentra la capilla Quinta Bella, que fuera el oratorio del fundo Quinta Bella de propiedad de José Tomás Urmeneta y declarada Monumento Nacional en 1994.
“Justamente, la idea es ofrecer los mejores espacios culturales a los sectores más marginados y vulnerables, para que tengan la oportunidad de participar y ser parte de ellos, para así mejorar su calidad de vida”, afirma Sol Letelier, alcaldesa de Recoleta.
El edificio de 1.500 metros cuadrados, diseñado por el arquitecto Felipe Acuña, se construyó con fondos aportados por la intendencia metropolitana y sobresale por su estructura de vidrio, que da transparencia hacia el parque y la capilla. Cuenta con un teatro con capacidad para 150 personas, camarines, dos salas de taller, una sala de baile y una sala de exposiciones. Además destaca el tratamiento de la fachada microperforada, que funciona como velo, para permitir que se establezca una relación visual permanente desde el interior del edificio hacia la capilla.
Macarena Mackenna, directora ejecutiva de la Corporación Cultural de Recoleta, señala que el desafío es enorme, “ya que con la puesta en marcha de este espacio queremos generar una plataforma cultural única e inexistente en la comuna y para eso hay que concebir proyectos de calidad y viables en el tiempo. Ahora que ya tenemos una infraestructura de lujo, debemos darle vida, generar nuevos usuarios para estos espacios y abrirlos a diferentes públicos y audiencias”.
“El edificio se propuso en un lenguaje contemporáneo, pero que respetase el orden que tenía la capilla y su entorno cuando originalmente fue construida (patios ortogonales), es decir, resguardando un patio-plaza entre el nuevo edificio y la capilla. Así, la casa de la cultura configura con su emplazamiento un espacio público contenido con la capilla, en el que se realizarán las actividades culturales al aire libre de la comuna”, señala su arquitecto Felipe Acuña.
La capilla del lugar se construyó a comienzos del siglo XIX, y de su estructura destacan dos torres ubicadas en la cúpula y sus dos puertas talladas en roble.
Una de las características que la hace bastante particular es la planta octogonal simétrica que la organiza, diseño poco común en las iglesias construidas en Chile.
Actualmente, la Municipalidad de Recoleta, en conjunto con Monumentos Nacionales, está trabajando en su restauración y conservación para que sea parte fundamental de este nuevo centro cultural y para que allí se puedan desarrollar diversas actividades culturales.