Las energías renovables no son una moda
(La Nación. 31/08/2009)
Por Cecilia Yáñez Vargas
Después de Brasil, que posee una institución dedicada específicamente a biocombustibles, Chile es el segundo país de Sudamérica que cuenta con un centro dedicado al desarrollo y fomento de las energías alternativas y no contaminantes.
Fue un compromiso de la Presidenta de la República Michelle Bachelet. Desde mediados de agosto, Chile cuenta con un Centro de Energías Renovables (CER), una institución hija de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y Corfo, que será ahora la encargada de investigar, desarrollar y fomentar las energías renovables no convencionales (ERNC). Será ella la que reúna toda la información y actúe en la promoción de inversiones y transferencia tecnológica.
Su director es Javier García Monge, ingeniero civil de la Universidad de Chile, con un máster en Ingeniería de Gestión del Medio Ambiente de la Ecole des Mines de París, que desde hace 15 años se desempeña en el sector público, primero en Conama (dedicado a la contaminación atmosférica, cambio climático, energías) y desde hace cuatro años en Corfo en el programa de promoción de inversiones en energías renovables. Es casado, con dos hijos adolescentes y quienes lo conocen lo definen como un mateo que le gusta trabajar en serio.
-¿Qué representa el Centro de Energías Renovables para nuestro país?
-“Este es el resultado de un trabajo sistemático, donde la CNE ha estado en los temas de políticas, regulación, generación de información y la Corfo en los temas de promoción. El CER apoyará todos los temas complementarios que permitan ir superando las barreras para que se masifiquen las energías renovables: evaluación de las tecnologías, red de convenios internacionales con organismos similares que nos permitan estar al día con lo que está ocurriendo con estas tecnologías y evaluar su aplicabilidad en el país, definir cuáles son las brechas existentes en el país y proponer soluciones políticas, económicas o de regulación para su implementación.
Según García, en Chile hay capacidades para este desarrollo, pero son muy pocas. “Hay académicos trabajando, pero eso no significa que se cree industria. Hay tecnologías que están más avanzadas, pero también hay brechas de capacidad. Por ejemplo, en la energía eólica: hay proyectos que se están construyendo, pero falta de capacidad técnica. Los proyectos que se hacen hoy día, después tienen que importar hasta el experto que hace las reparaciones mecánicas o eléctricas”, explicó.
-¿Cómo se proyecta el CER en unos cinco o 10 años más?
-“Este es un tema de futuro, no es una moda. El tema de las ER es muy importante por varias razones. El primero es por mantener una independencia energética y porque las ER son un recurso que están en el país y no tenemos que comprarlo afuera, no dependemos de variables internacionales ni geopolíticas”.
-En el tema de los recursos, ¿cómo se financiará el CER?
-Se financia con recursos públicos que vienen de la CNE, en un convenio de cooperación con la Corfo que lo implementa desde el punto de vista administrativo. Será una antena tecnológica, punto focal en Chile para acuerdos internacionales y trabajará para que disminuyan las brechas de capacidad humana articulando redes de contacto. La idea es que se convierta en el punto de acogida para el inversionista. LN