Transantiago:más evasión en la zona sur
(El Mercurio. 13/09/2009)
VÍCTOR ZÚÑIGA
En 35% se ha reducido la evasión del pago del pasaje en los buses del Transantiago. Esto, porque se pasó de 19,5%, según la medición en junio de 2007, a 12,8%, que se detectó en junio recién pasado. Sin embargo, persiste el alto nivel de no pago en la zona sur de la capital, que alcanza al 18%, según el Ministerio de Transportes.
Es así que pese a que disminuyó la evasión en general, el ministerio, operadores del transporte público y representantes sindicales reconocen que hay sectores “bravos” en el sur de la ciudad.
Para el jefe de Fiscalización de dicha cartera, Yerko Juretic, la reducción del no pago se debe en gran parte a la supervisión que desde hace un año efectúan 300 inspectores junto a Carabineros.
“Los inspectores cuentan con una maquinita llamada Tyron, que verifica rápidamente si el usuario de un bus ha pagado o no. Si no lo ha hecho, se le hace descender”, explica.
También ayuda la colaboración de los pasajeros y los conductores que suelen “soplar” a los inspectores sobre aquellas personas que rehúyen el pago del pasaje, destaca Juretic.
Desde que empezó este plan contra la evasión, más de un millón y medio de usuarios han sido fiscalizados, lo que implica unos 3 mil pasajeros al día.
Juretic reconoce que el pago en el sector sur de Santiago aún es complicado.
“Hemos tenido que reforzar áreas en forma permanente, por el nivel de evasión, como en La Florida, Puente Alto, San Bernardo, La Pintana, San Ramón”, dice, junto con confirmar que se intensificará en esas zona la fiscalización.
Destaca que la gente paga con su tarjeta Bip en Las Condes, Ñuñoa, Las Reina, Lo Espejo y Maipú, entre otros sectores. “Y es por eso que Redbus aparece con una evasión del 5%, una de las más bajas”, puntualiza.
Para Héctor Moya, presidente de SuBus, una de las empresas operadoras del Transantiago -que bajó la evasión del 33,8% en 2007 al 10,3% en 2009-, la mejoría se debe a la instalación de las zonas pagas en unos 30 puntos de la ciudad.
Admite que en el sector sur cuesta aplicar medidas antievasión. “Para Santa Rosa con Vespucio se programó en un momento una zona paga, y alcanzó a durar media hora. Hay lugares muy complicados”, dice.
La empresa Gran Santiago redujo la evasión a la mitad desde 2007, producto de la capacitación que se hizo a los conductores, explica su presidente, Jorge Gómez.
En cuanto al futuro, Jerko Juretic espera que la evasión baje a menos del 10%. “Hay mayor conciencia social por el pago”, acota.
Héctor Moya coincide con la mayor conciencia de la gente, y en particular espera que SuBus llegue a una evasión en torno al 3% y 5%.
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300
inspectores supervisan el pago del pasaje junto a Carabineros.
10%
es la meta que Transportes tiene en el plazo cercano como efecto en su batalla contra la evasión.
Conductores: “La inspección es sólo una cortina de humo”
“En avenida Central, sector sur de Santiago, no hay muchas zonas pagas, así que cuando el bus abre sus puertas la gente rápidamente se sube por las puertas traseras sin pagar”.
Quien habla es Eric Romero, presidente del sindicato N° 1 de la operadora Alsacia, que agrupa a 1.150 trabajadores de un total de 1.600. Romero dice que la evasión recrudece en sectores de alto riesgo, como Lo Espejo, la Villa Francia, José María Caro, Departamental, del sector sur.
En estos casos, dice que los choferes se arriesgan a ser agredidos cuando exigen el cobro del pasaje, por lo que muchos optan por dejar hacer.
“Tenemos colegas heridos y golpeados. Se supone que había un organismo a cargo del cobro, como el AFT (Administrador Financiero del Transantiago). A la empresa (Alsacia) le hemos dicho que la evasión no es un tema nuestro”, acota.
Acusó que el Gobierno debe adoptar medidas urgentes para contar con un proveedor tecnológico y así funcionen los botones de pánico y las cámaras de grabación dentro de los buses, lo que hoy no ocurre. Junto con esto, afirma, se deben instalar más zonas pagas en la ciudad.
En cuanto a los inspectores que exigen el cobro, Eric Romero dice que eso no funciona, y la medida anunciada por Transportes no pasa de ser “una cortina de humo, un espejismo”.