Carta – Estatua Juan Pablo II
(El Mercurio. 22/09/2009)
Sr. Director:
El buen gusto en nuestro país siempre ha estado asociado a la mesura y a la austeridad. Cultivarlo, extenderlo y practicarlo debería ser tarea de toda institución educacional que busque formar personas y no sólo traspasar información.
En tal sentido, la estatua desmesurada del Papa Juan Pablo II que una universidad privada pretende instalar en el barrio Bellavista termina, por su mala ubicación en relación a su tamaño, resultando poco elegante, poco armónica, lo que es contraproducente respecto a honrar la memoria de quien es representado.
De reconsiderarse su ubicación, y dado sus 13 metros de altura, quizás el mejor lugar sería alguno de los cerros que rodean Santiago. La relación entre culto y altura es uno de los elementos más notables de nuestro sincretismo religioso. Así, además, semejante imagen de bronce encontrará, entre gigantes de tierra, un espacio a su medida.
Pablo Ortúzar Madrid